No le ha ganado la batalla al rascacielos más alto del mundo, el Burj Khalifa de Dubái, pero prometía convertirse en el segundo edificio más alto del mundo y lo acaba de conseguir.

Se trata de la torre Merdeka 118 de Kuala Lumpur, que hace unos días alcanzaba con la colocación de su aguja los 678,9 metros, convirtiéndose ya en el edificio más alto de Malasia y de todo el sudeste asiático, superando por más de 225 metros a sus vecinas Torres Petronas.

Diseñada por los arquitectos australianos de Fender Katsalidis, la torre acaba de superar los 118 pisos y su nombre, Merdeka 118, hace referencia a ese hito de altura pero también al estadio de Merdeka, el llamado estadio de la independencia de Kuala Lumpur que se construyó en agosto de 1957 para conmemorar la firma de la declaración de independencia de Malasia del Reino Unido.
La torre empezó a levantarse en 2016 y se espera que esté terminada a finales de 2022. En ella se incluirán oficinas, un restaurante y un nuevo hotel Park Hyatt coronado por una plataforma-mirador que será el más alto del sudeste asiático.

Para Karl Fender, socio fundador de la firma de arquitectura, los 118 pisos de la torre marcan un hito arquitectónico sin igual. “Nos sentimos increíblemente orgullosos de haber contribuido a la creación de este edificio”, ha señalado. “Además, el logro de crear el segundo edificio más alto del mundo celebra los años de planificación, resolución de problemas, colaboración y esfuerzo humano necesarios para realizar un edificio de esta complejidad”, añade.
La fachada de la torre está compuesta de triángulos facetados de vidrio inspirados en los patrones existentes en el arte de Malasia. Pero la torre no estará sola. Merdeka 118 es la pieza central de un área de 6,35 hectáreas que integra un centro comercial cubierto por una cúpula de vidrio, varios edificios de apartamentos de gran altura, una estación subterránea de tren y un parque diseñado por los paisajistas Sasaki de Boston.
