El ferrocarril Transiberiano cumple 100 años

Inaugurado el 21 de julio de 1904 pero finalizado en 1916, el Transiberiano recorre en poco más de siete días los 9.289 kilómetros que separan Moscú de Vladivostok.

Ferrocarril Transiberiano
Ferrocarril Transiberiano / ISTOCK

El Ferrocarril transiberiano lleva cien años recorriendo los 9.289 kilómetros que separan Moscú de la ciudad portuaria de Vladivostok, en el océano Pacífico. En un promedio de ocho días y siete noches, este tren recorre siete husos horarios diferentes, empezando por Moscú y continuando su recorrido por Nizhny Novgorod, Perm, Ekaterimburgo, Omsk, Novosibirsk, Krasnoyarsk, Irkutsk, Ulan-Ude, Chita y Khabarovsk hasta llegar finalmente a Vladivostok.

Sus casi 9.300 kilómetros convierten este viaje en tren en el más largo del mundo. La construcción del Transiberiano se inició en 1891 y se dividió en dos etapas: de 1891 a 1904, que llegó hasta el Lago Baikal; y de 1908 hasta 1916, cuando se completó el recorrido hasta Vladivostok. En total fueron 26 años de construcción durante los que trabajaron 90.000 personas -presos y soldados- que hicieron frente a las condiciones climatológicas, la orografía y los densos bosques rusos.

El objetivo principal de su creación era solucionar el aislamiento que sufría Siberia, ya que sus únicas vías de conexión eran los ríos que permanecían helados durante casi todo el año. A día de hoy, además de ser un foco para el turismo, el 30% de las exportaciones de Rusia se siguen haciendo a través del Transiberiano.

Además del recorrido principal, existen dos rutas alternativas al Transiberiano: el Transmanchuriano y el Transmongoliano. El Transmanchuriano va desde Moscú a Pekín sin pasar por Mongolia. Su recorrido coincide con el del Transiberiano hasta la ciudad de Tarskaya, a 1.000 kilómetros del Lago Baikal. Desde aquí el tren va hacia el sudeste con destino a China, atravesando las poblaciones de Zabaikalsk, Manzhouli, Harbin y finalmente Beijing.

Por otro lado, el Transmongoliano comparte camino con el Transiberiano hasta la ciudad de Ulan-Ude. Desde aquí la ruta continúa su camino hacia el sur para atravesar las poblaciones de Naushki, Sühbaatar  y Ulaanbaatar. A continuación se dirige hacia el sudeste por Zamiin Uud, Erlyan, Datong y finalmente Pekín.

 

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