Explosión de color en el jardín del Pazo de La Saleta

Según el Comité Español del Programa Hombre y Biosfera de la Unesco, una de las colecciones botánicas privadas más importantes de España se encuentra en El jardín del Pazo de La Saleta, en Galicia.

Pazo de La Saleta

Esta finca, situada en San Vicente de Meis, en Pontevedra, la compraron en 1968 Robert y Margaret Gimson, un matrimonio británico, con la intención de crear un jardín de estilo inglés adornado con especies traídas de todo el mundo. Con la ayuda de la arquitecta paisajística Brenda Colvin, alternaron árboles autóctonos con variedades orientales, australianas, neozelandesas, sudafricanas y sudamericanas entre otras, todas ellas clasificadas y etiquetadas.

En 1996 una parte de la finca fue adquirida por la familia Rodríguez Coladas, quienes restauraron la capilla y el pazo, además de continuar con la labor de conservación y ampliación de especies. Actualmente, de las 400 especies distintas que había en esa parte ya se han sobrepasado las 800.

El jardín del Pazo de La Saleta se puede visitar en una ruta de casi tres horas en la que un experto guía al visitante además de realizar explicaciones de las especies más relevantes del momento. También se incluye una visita a la capilla de la Virgen de La Saleta, de 1870, y al palomar que actualmente se utiliza como bodega.

La visita a esta antigua bodega cuenta con la exposición permanente de una selección de artesanía en la que se puede encontrar joyas de la colección exclusiva del madrileño Isidoro Hernández inspirada en las flores del jardín. La muestra también incluye jabones de aceite esencial de camelia, pintura inspirada en las flores y en las plantas o camelias artesanales.

Las tarifas son de 15 euros por persona, dos entradas por 12 euros y para grupos de 16 en adelante el precio se reduce hasta los 9,50 euros por persona. Además de visitas, este jardín también recibe desde estudiosos de la botánica a propuestas para realizar reportajes fotográficos de moda, bodas, películas o exposiciones.

Por otra parte, el Pazo de La Saleta se caracteriza por su gran cantidad de especies y por su peculiar estilo salvaje, romántico y exuberante, por lo que está desde sus inicios integrado en la Ruta de la Camelia. Esta ruta la componen un conjunto de doce jardines con colecciones de camelias singulares. Cuando llega finales de verano, comienzan a florecer las camelias sasamqua, y cuando comienza el invierno florecen japónicas, reticulatas, williamsii, sinensis y más de especies diferentes de esta flor.

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