Una experiencia gastronómica bajo tierra: en La Gruta de Teotihuacán
Cientos de velas encendidas iluminan esta cavidad de origen volcánico junto a las pirámides mágicas de Teotihuacán, la ciudad de los dioses de México. Guían el camino desde hace más de 100 años al comensal que quiere degustar los platillos más especiales
Los 65 metros de altura de la Pirámide del Sol se divisan desde una de las grutas más famosas de Teotihuacán, la que alberga el restaurante La Gruta.
Los visitantes de la ciudad sagrada prehispánica situada a unos 50 kilómetros de Ciudad de México tienen por delante las ruinas del que fue uno de los centros urbanos más grandes del mundo antiguo. Todas sus pirámides y monumentos son impresionantes y en 1987 se convirtieron en el primer sitio mexicano en ser nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Y hasta algunos restaurantes de la zona comparten ese matiz impresionante. El que se encuentra más cerca de las pirámides de Teotihuacán, La Gruta, en la Puerta 5 del complejo, tiene 116 años a sus espaldas y se encuentra ubicado, como su nombre deja adivinar, en una cavidad de origen volcánico, rodeada de vegetación.
Dentro, sillas de colores esperan a los clientes, todas fabricadas por artistas locales.
La Grutapresume de haber dado de comer desde 1906 a grandes personalidades del mundo de la política y el espectáculo, desde Frida Kahlo y Diego Rivera a Jorge Luis Borges e incluso a la reina de Inglaterra. Hay fotos en blanco y negro que atestiguan la visita de comensales desde principios del siglo XX.
Hoy sigue siendo normal encontrarse con algún famoso a su mesa, como la actriz española Ester Expósito o el actor puertorriqueño Osvaldo Ríos.
Sus platos, como no puede ser de otra manera en este entorno, están inspirados en la cocina prehispánica del Estado de México. Sus platillos mezclan ingredientes de la gastronomía local con esa herencia prehispánica, sin olvidar la sostenibilidad en toda su cocina.
Para ello, sus responsables realizan los platos con productos locales y de temporada, muchos de ellos recogidos de la propia huerta del restaurante, libre de agroquímicos. Por ejemplo, en el caso del maíz que utilizan, este viene de familias de diferentes comunidades de San Juan Teotihuacán, elpueblo mágico de Méxicoa los pies de las ruinas. Además, reciclan sus residuos y año tras año los van reduciendo.
Hay quesadillas, albóndigas de arrachera, sopa de elote fresco, moles, fajitas de pollo… Y claro, margaritas. Entre los platos prehispánicos hay escamoles, una especie de guiso de hormigas, o los sopes chapulines, unas tortillas con insectos similares al grillo. Es una manera de hacer un recorrido por los sabores de México, sus ingredientes, recetas y técnicas de cocina. La Gruta tiene capacidad hasta 500 comensales y en muchas ocasiones se celebran eventos folclóricos y actuaciones.
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