La escalera al cielo existe y está a tiro de piedra de España: una maravilla excavada en la roca que se asciende hasta el firmamento
Transita una de las rutas de senderismo más deslumbrantes del mundo, elevándose por encima de las nubes.

Ya lo decían los británicos Led Zeppelin: para llegar al cielo hay que subir una escalera. Por suerte para nosotros, esta escalera la podemos escalar aquí en la Tierra, y es que en la isla de Madeira se encuentra un pico que nos hace sentir como si estuviéramos en el reino de los cielos.

Son incontables los picos de más de 2.000 metros que cubren la faz del planeta, pero pocos seguramente tienen la misma magia que el Pico do Areeiro que, con una altitud de 1818 metros sobre el nivel del mar, es el tercer pico más alto de la isla de Madeira. Y es que, situado entre paisajes de montañas escarpadas y frondosos valles, se eleva por encima de las nubes creando el llamado “mar de nubes”.
En los días más despejados, desde la cima se puede llegar a observar la isla de Porto Santo, que se encuentra a más de 40 kilómetros de Madeira. Gracias a esto, añadido a la belleza del entorno y el fácil acceso a sus instalaciones, el Pico de Areeiro se ha convertido en uno de los puntos de mayor interés para los visitantes.
Una vez en la cima...
El acceso al pico es muy sencillo, pues hay una carretera que lleva hasta su punto más alto; una vez allí dispone de un amplio aparcamiento donde poder dejar el coche, así como otro a mitad de camino. Haciendo el ascenso por esta carretera sorprende el cambio que hace el paisaje del entorno, pues en el inicio en su parte más baja los árboles son abundantes, cubriendo el terreno; pero a medida que la altitud va aumentando, los árboles van desapareciendo, dando lugar a arbustos y musgos más propios de altitudes elevadas.

Una vez en la cima hay un par de cafeterías donde poder tomar algo y tomar fuerzas para explorar el entorno del pico. A su lado hay también una tienda de regalos y el Centro Freira da Madeira Dr. Riu Silva, un centro de información, interpretación y recepción de visitantes; pero la construcción que más llama la atención es la Estación de Radar n.º 4 de la Fuerza Aérea Portuguesa, instalada en el año 2011.
Llamando a la puerta del cielo
Un momento excelente para recorrer esta zona, no apta para aquellos a quienes les guste dormir hasta tarde, es durante el amanecer, cuando los tonos rojizos y anaranjados de la luz bañan el paisaje. Igualmente bello es durante el atardecer, pero no aporta la misma satisfacción personal que haberse levantado cuando todavía no están puestas las calles.

Son muchísimas las rutas de senderismo habilitadas que recorren la isla, pero la más sensacional de todas ellas es la denominada PR1 – Vereda do Areeiro. Con una distancia de 7 kilómetros, la ruta lleva hasta el Pico Riuvo, el más alto de la isla; durante el trayecto pasa por el mirador Ninho da Manta, desde donde apreciar la cordillera central de Madeira, y el Pico das Torres
Se trata de un camino accidentado y de cierta dificultad, aunque es totalmente seguro para aquellos que lo transitan, y de una duración aproximada de tres horas y media. A lo largo del trayecto se atraviesan túneles excavados en tobas volcánicas y pendientes empinadas; además, para llegar hasta el Pico das Torres hay que ascender una empinada escalera excavada en la roca.

Unos días en Madeira
Madeira es un archipiélago de un valor natural incalculable, y un ejemplo de ello son los bosques de Laurisilva de Madeira, declarados Patrimonio de la Humanidad hace más de veinticinco años. Con una comunión perfecta entre montañas y bosque, y océano, ofrece un gran abanico de actividades para descubrir sus maravillas más escondidas.

Para los amantes del mar, un paseo en barco es la mejor opción para maravillarse con el paisaje que crea la combinación entre las aguas del océano y las islas; y si se tiene suerte, entre las aguas se pueden avistar todo tipo de animales marinos, como tortugas, delfines o ballenas. Para ver más de cerca a estos animales, y descubrir su hábitat, la mejor opción es el buceo.
Por otro lado, para aquellos que disfrutan más de las actividades en tierra firme, Madeira ofrece una gran cantidad de rutas de senderismo, paredes para practicar la escalada deportiva, excursiones en BTT, así como tours alrededor de la isla con guías especializados.
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