Todo el paisaje del Valle del Duero, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es una obra maestra de la naturaleza y del esfuerzo humano, con puntos de interés que van desde las pinturas rupestres a monasterios e iglesias de todos los estilos y arquitecturas.
Es una región que posee un encanto natural y los cruceros son, sin duda, la opción más romántica y relajante para conocerla.
Para un verdadero viaje al pasado, un paseo en la línea de ferrocarril del Duero se convierte en una experiencia inolvidable. Los trenes históricos, con vagones de principios de siglo, hacen el más bello trayecto ferroviario de Portugal, atravesando las famosas laderas vinícolas.
El Vino de Oporto, embajador por excelencia de Portugal en el mundo, reserva experiencias únicas que van a aproximar al visitante hasta los métodos tradicionales utilizados en su producción. El Turismo Rural en casas señoriales completa una estancia memorable por esta región.
El embajador de Portugal en el mundo
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