East End londinese

La espectacular transformación de esta zona ha llevado por primera vez el foco del glamour al Este londinense, antes decaído y ahora convertido en orgulloso hogar de galerías de arte, mercadillos y buenos restaurantes.

De moda en Londres
De moda en Londres

Distrito de clase obrera, destino de inmigrantes y nido de mafi osos, nunca se ha hablado bien del East End londinense hasta que en las últimas dos décadas barrios como Hoxton y Shoreditch se convirtieron en mecas del arte moderno, la moda y la noche. Tras la II Guerra Mundial, Hoxton abundaba en fábricas abandonadas y era conocido por ser la cuna de los hermanos Kray, los gángsteres más famosos del East End en los años 60. En los 90, sin embargo, sus bajos alquileres lo convirtieron en lugar de residencia de artistas y bohemios y en Hoxton Square nació la ecléctica White Cube, una galería que representa a Damien Hirst y Tracy Emin, dos de los artistas británicos más reconocidos y polémicos. Hoy el precio del metro cuadrado se ha multiplicado en Hoxton y la gente guapa se reúne en los bares a tomar cócteles de ginebra Hendrick''s, pero también hay iniciativas curiosas como Sh!, un sex-shop para mujeres en el que, al estilo británico, tomarse un té mientras se elige qué juguetes eróticos comprar.

Tras salir de la plaza y tomar Great Eastern Street se puede parar en Bordello, en el número 55, tienda de suntuosa lencería femenina, antes de llegar al Westland, un colosal almacén de antigüedades dentro de la vieja iglesia de St. Michael (Leonard Street): hay que entrar a ver esas chimeneas victorianas o las gigantescas puertas de una mansión georgiana.

Si se despierta el hambre, recomendamos un par de opciones diferentes: Saf (152 Curtain Rd.) es un restaurante vegetariano con énfasis en los platos crudos (pruebe su variado raw bowl), y SM (48 Brushfi eld St.), por su parte, ofrece comida inglesa tradicional: atrévase con un plato de salchichas y puré de patatas aderezado con salsa gravy. Dicen que éste es uno de los restaurantes preferidos por el multimillonario Roman Abramovich, que suele tomar, cada mañana, un perfecto desayuno inglés, con productos orgánicos, en Tom''s Kitchen (27 Cale Street), en su barrio, Chelsea.

SM ya es Shoreditch, donde está Brick Lane, conocida como Bangla Town por la cantidad de inmigrantes de Bangladesh que la pueblan (atentos a los carteles de las puertas de los restaurantes indo-bengalíes de esa calle: todos han ganado uno o varios premios al mejor curry de Londres... a veces en el mismo año). Aunque el mejor día para visitar Shoreditch sea el domingo, entre semana tiene su encanto pasear por los puestos de ropa y decoración del Spitalfi elds Market, un antiguo mercado de abastos en el 105 de Commercial Street, comprar discos en Rough Trade (Dray Walk), tomar un café y un pastel enfrente, en el acogedor Café 1001, o dejarse sorprender por el concierto, sesión o lo que hayan programado en el 93 Feet East, (150 Brick Lane), el club más activo de la zona.

El domingo, mercados para todos los gustos

Shoreditch rebosa animación los domingos gracias a sus mercados. Más alternativo que el ya nombrado Spitalfi elds -que también abre los domingos- es el Sunday Up Market (Ely''s Yard, www.sundayupmarket.co.uk), que reúne creaciones de nuevos diseñadores y una oferta gastronómica que abarca del sushi a la comida etíope vegetariana. Si le apasionan las plantas, visite, más al norte, el Columbia Road Flower Market (http://columbiaroad.info).

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