Es uno de los destinos de moda en Europa en 2025: alojamiento por 25 euros y menú del día por 5

Como una de las ciudades más icónicas de los países bálticos, Riga se presenta accesible, limpia, y llena de color, con ese toque de blanco que le dan las nevadas de invierno. Tanto las comodidades como los precios la han convertido en uno de los destinos turísticos más cotizados en el continente europeo.

El destino europeo de moda para viajar este año
El destino europeo de moda para viajar este año / Istock / bruev

Riga es, posiblemente, la ciudad más grande de los estados bálticos, aunque es sorprendentemente compacta. Es por eso que la mayoría de sus monumentos destacables, véase la Casa de las Cabezas Negras, la iglesia de San Pedro o el Monumento a la Libertad, entre otros, se encuentran a tiro de piedra los unos de los otros. De hecho, es muy probable que más de la mitad de lugares de interés marcados en cualquier guía turística que pueda caerle a uno en las manos estén incluidos en el barrio de Vegriga, donde también se encuentra la plaza del ayuntamiento. A lo poco que queda más lejos -y con lejos se está hablando de los barrios colindantes, que supondría una caminata de poco más de media hora-, se puede llegar en tranvía, por poco más de un euro si se compra el billete con antelación.

Martín Álvarez

Uno de esos lugares que puedes recorrer a paso tranquilo, despreocupadamente, mirando el mapa de vez en cuando para no perderte por sus laberínticas calles. Es, sin duda, una ciudad europea de manual en el sentido turístico.

Histórica y también moderna, su población no llega al millón de personas y, sin embargo, acoge a casi la mitad de los habitantes del país (1.871.000 en 2024), convirtiéndola en la más grande de los países bálticos. Para hacerse una idea, en el año 2023, solamente en la capital se acogieron a un total de 1.2 millones de turistas, por lo que es recomendable aprovechar los meses de frío para viajar, cuando la ciudad está más calmada.

Viaje de moda para 2025

Con religiosa devoción, lo primero que se hace una vez puesto un pie en la ciudad es precisamente dar un paseo por el centro, en el barrio de Vegriga, donde se encuentran la mayoría de monumentos históricos. Frente a las Puertas de Piedra se encuentra la plaza del ayuntamiento, uno de los epicentros de la ciudad del que convergen la mayoría de rutas turísticas en algún momento del recorrido.

La casa de las Cabezas Negras fue completamente reconstruida tras la SGM.

La casa de las Cabezas Negras fue completamente reconstruida tras la SGM.

/ Istock / nantonov

En este lugar también se encuentra la Casa de las Cabezas Negras, antiguo edificio del gremio de los comerciantes y uno de los edificios históricos más lujosos. Sin embargo, la mayoría de lo que se verá es una copia de la original, pues fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, lo que da cuenta el buen aspecto con el que cuenta el edificio en la actualidad.

Distrito del Art Nouveu, el estilo principal que marca la estética de Riga

Distrito del Art Nouveu, el estilo principal que marca la estética de Riga

/ Istock / Tonygers

A pocos pasos, en la dirección contraria a donde se encuentra el río Daugava, se encontrará con la famosa Iglesia de San Pedro, muy concurrida también por las increíbles vistas de la ciudad que se pueden ver desde su torre campanario. Otros imperdibles como el Monumento a la Libertad, la Plaza Livu, la Ópera o el Museo de Arte de la Bolsa de Riga también se encuentran a tiro de piedra los unos de los otros y si se prefiere verse por fuera a hacer la cola para entrar, podrán verse en media mañana.

Otros lugares más “alejados” son el Barrio de la calle Kalnciema, en Pardaugava, yendo de pintorescas casas de madera que forman parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1997. Para llegar hasta ellas se tendrá que cruzar el río, aunque se encuentran justo enfrente del distrito central.

Continúa también de noche

Riga es una ciudad bien reputada entre los universitarios de Erasmus por su animada oferta nocturna, en la que muchos de los bares y clubs nocturnos se encuentran en el mismo centro histórico de la ciudad. Este hecho hace que las noches transcurran en varios lugares diferentes. Los locales se encuentran a pocos pasos los unos de los otros y no hay más que seguir el bullicio para encontrarlos. Ten en cuenta que para entrar en algunos, se requiere código de vestimenta (en uno de ellos, el Coyote fly, se requiere ir disfrazado), por lo que es mejor no aparentar demasiado el outfit de turista y traer algo en la maleta para la ocasión.

Se encuentran locales para todos los gustos. A lo mejor no apetece una fiesta hasta el amanecer, pero si un plan animado para después de la cena. Locales como el Ala Folk Klub, ubicado en una bodega subterránea, se especializan en comida tradicional y cerveza, todo ello amenizado con música en vivo.

Calidad, variedad y precio

Desde enero hasta marzo, las temperaturas decaen en los países bálticos hasta alcanzar los -5º en su momento más frío, lo que quiere decir que de media se esperan unas temperaturas que oscilan entre los cinco y los cero grados, no muy diferente al tiempo de una ciudad como Madrid, pero suficiente para amedrentar al grueso del turismo, que esperan a la llegada de la primavera para inundar las calles de la ciudad. Esto hace de los meses siguientes una época idónea para animarse a visitar la ciudad.

Mirando bien, una habitación para dos personas en el centro de Riga puede llegar a costar menos de 25 euros la noche, mientras que un acogedor apartamento no tiene por qué subir de los 40 en un fin de semana. Tampoco gastarás mucho en comida, ya que un menú del día puede costarte tan solo 5 euros o incluso menos. Lido, una popular cadena de restaurantes con establecimientos por toda la ciudad, cuenta con un menú de mediodía que asciende hasta los 3,90 €. Otros lugares como Rozengrals, un popular restaurante ambientado en la edad media, cuenta con unos precios un poco más elevados, aunque nada exagerados en comparación con otros países, lo que hace que merezca la pena el ir a probarlos.

Con esto en mente, podríamos decir que Riga es una ciudad cómoda y resuelta, como un paseo en chándal, pero con un estilo indiscutible. Sus calles recuerdan a esa arquitectura de Europa del Este tan característica: vetusta, monumental y un ladrillo que ha pasado por todos los tonos que existen entre el rojo y el carbón. Un destino ideal para escaparte unos días y, por qué no, el destino favorito para viajar este año ¿Te animas a visitarla?

Síguele la pista

  • Lo último