La cueva de Cervantes, nuevo destino que visitar en Argelia

Anuncian la renovación de la gruta donde el autor del Quijote estuvo escondido tras el intento de fuga en su cautiverio en Argel. 

Argel, Argelia
Argel, Argelia / PictureReflex

En el actual barrio de Beluizad, se abre una cueva de 2.000 metros cuadrados donde un escritor universal se escondía del cautiverio. Sumergido en las oscuras paredes de piedra, Miguel de Cervantes pasó cerca de dos meses en el Argel de 1577. Esta memorable cueva, mito geológico de la historia de la literatura, será restaurada para su próxima apertura al público, según ha anunciado Azzedín Mihubi, ministro argelino de Cultura. El proyecto de renovación es una iniciativa conjunta del Ministerio de Cultura de Argel en colaboración con la Embajada de España en el país norteafricano.

Aunque, previamente, en 2006 se llevaron a cabo obras de renovación en la gruta -debido a su lamentable estado de conservación, por la propia localización en la que se encuentra- , su uso hasta el momento se limita a eventos puntuales, como la celebración anual el 23 de abril, fecha de la muerte de Cervantes.

"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos.”

Pasa desapercibida para la mayoría, pero flanqueando la entrada de la cueva aparece una pista que señala indudablemente el lugar histórico donde Cervantes sobrevivió en el siglo XVI. En la boca del agujero, una fuente y un busto de mármol homenajean al escritor. Este último es una copia exacta del que se colocó en 1894 durante un acto público y que fue robado en los años 90 sin dejar rastro de su paradero. De igual manera sucedió con otra placa colocada en 1945 en las paredes de la cueva. Un grupo de exiliados, llegados a las costas argelinas a bordo del Stanbrook, quisieron rendir homenaje al “peregrino, ingenio y hombre, Don Miguel de Cervantes Saavedra”, tal como rezaba la placa que instalaron en la cueva argelina. Transcurridos apenas unos meses, la placa desaparecía del lugar de manera misteriosa.

Retrato de Cervantes
Retrato de Cervantes / Manakin / ISTOCK

El magnetismo de esta apertura geológica, convertida en lugar de peregrinaje de los ‘cervantistas’ y ‘quijotistas’, es comprensible al conocer las aventuras que allí corrió el genio de la pluma natural de Alcalá de Henares. Junto a su hermano Rodrigo, Miguel de Cervantes, fue capturado en en las costas catalanas para ser posteriormente vendido al corsario berberisco Mami Arnaut en el año 1575. Una vez hecho preso, su cautividad se desplegó durante cinco años, en los que su vida estuvo a merced de la piratería turca. El carácter rebelde e insumiso de Cervantes le llevó a efectuar varios intentos de fuga durante este lustro, siendo una de ellas la famosa fuga de Argel, en la que encontró refugio durante un par de meses en la famosa cueva de la Casbah.

Esta experiencia en la agitada vida de Cervantes quedó marcada de manera imperecedera en su memoria. Los recuerdos de su etapa argelina, entre aventuras y desencuentros, servirían al autor como fuente de inspiración, escenario y tipología de personajes para escribir diversas obras, como Los tratos de Argel, Los baños de Argel y uno de los relatos que aparece en la primera parte del Quijote, entre los capítulos 39 y 41, conocido bajo el título «Historia del cautivo».

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