La ciudad medieval en el centro de Europa que tienes que conocer este otoño: con calles llenas de historia, está bañada por el río Moldava
Con un casco histórico de finales del siglo IX declarado Patrimonio de la Humanidad, es una de las veinte ciudades más visitadas del mundo.

A lo largo de la historia, el centro del continente europeo ha sido escenario de importantes acontecimientos, batallas, e hitos de gran importancia histórica. En la historia más reciente, más concretamente la del último siglo, esta región ha vivido tiempos convulsos, con las dos guerras mundiales, la disolución del Imperio austrohúngaro, el surgimiento de la Unión Soviética, …

De todos estos episodios fue testigo la capital la República Checa y de la región de Bohemia, la ciudad de Praga. Fundada según la leyenda en el siglo VIII por la princesa de la mitología Libuše, Praga es una de las ciudades más impresionantes de todo el mundo.
Otoño la convierte en una ciudad que parece salida de un cuento, con calles y puentes empedrados que rodean sus espectaculares monumentos góticos, así como barrios bohemios como Hradčany o Malá Strana o barrios históricos como Josefov, el barrio judío.
Castillo de Praga
A pesar de su nombre, en realidad se trata de un conjunto arquitectónico fortificado, compuesto por varios palacios y edificios administrativos y religiosos. Datado del siglo IX, se encuentra en lo alto de la colina Hradčany, y en su época fue el centro administrativo, cultural y religioso de la región de Bohemia. Declarado Patrimonio de la Humanidad, actualmente es la residencia oficial del Presidente de la República Checa, y en su interior se custodian las joyas de la Corona de Bohemia. Cada día, a las 12h, se realiza el cambio de guardia frente a la entrada del Palacio Real; además, desde la puesta de sol y hasta medianoche, queda iluminado, creando una de las mejores panorámicas de la ciudad.

Plaza de la Ciudad Vieja
Es el centro neurálgico de la ciudad, y alberga uno de sus principales emblemas: el Reloj Astronómico de Praga. Compuesto por varias esferas en las que se muestran cuatro tipos de horario (centroeuropeo, checo, babilónico y astral), además de los planetas y mundo conocido en el momento en que se creó, corona la fachada sur de la Torre del Ayuntamiento desde 1410. A cada hora en punto, entre las 9h y las 23h, ofrece un espectáculo lleno de magia: un desfile de figuras mecánicas de los doce apóstoles, acompañados por las figuras del Turco, la Avaricia, la Vanidad, y la Muerte.

Además del reloj, la plaza está rodeada de edificios tan importantes como la Iglesia de Týn, de estilo gótico, o la Iglesia de San Nicolás, de estilo barroco; así como el monumento a Jan Hus, un líder protestante del siglo XIV que murió en la hoguera y que se ha convertido en estandarte de la resistencia del país.
Puente de Carlos
Datado del siglo XIV, este puente cruza el río Moldava para unir los barrios de Malá Strana y Staré Mesto. Con 520 metros de longitud y apoyado sobre 16 arcos, tiene una torre de defensa en cada extremo, y está flanqueado por un total de 30 estatuas barrocas (15 a cada lado), que representan personajes destacados de la ciudad y santos como San Wenceslao. Una de sus dos torres de defensa es la Torre de la Ciudad Vieja, uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica en toda Europa.

La Torre de la Pólvora
Esta construcción gótica fue, durante varios siglos, una de las 13 puertas que tenía la muralla de la Ciudad Vieja; hoy en día es la única que permanece. Con una altura de 65 metros, en su interior alberga una exposición sobre la ciudad, con estatuas de algunos monarcas bohemios y santos. Vale mucho la pena subir hasta la galería superior, que ofrece una panorámica insuperable de la ciudad.

Catedral de San Vito
Con más de siete siglos de historia, es el monumento religioso más importante de toda la República Checa. Su construcción empezó a inicios del siglo XIV, pero no terminó realmente hasta el siglo XX, por lo que es una mezcla de estilos gótico, renacentista y barroco. A lo largo de la historia ha acogido bodas, coronaciones y entierros de reyes y emperadores bohemios. Aparte de sus dos torres de más de 80 metros de altura y un campanario de estilo renacentista, el Portal Dorado -con un mosaico donde se representa el Juicio Final-, y la capilla de San Wenceslao -donde se guardan las reliquias del santo- son los dos imprescindibles de la catedral.

Clementinum
En su origen, este maravilloso complejo arquitectónico fue la sede de la Universidad de Carlos. Tras la expulsión de los jesuitas en el siglo XVIII, se convirtió en la sede de la Biblioteca Imperial, la que actualmente es la Biblioteca Nacional de Praga. En su interior, el elemento más destacado es la Biblioteca del Clementinum, de estilo barroco, repleto de estanterías infinitas (que albergan más de 20.000 ejemplares), y con unos hermosos frescos en el techo.
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