La ciudad más bonita del mundo en Navidad está a 2 horas de España: tiene 6 mercadillos de cuento y calles con canales
Una ciudad llena de historia, es la destinación perfecta para visitar con los más pequeños de la casa.

En la región de Alsacia, a menos de 20 kilómetros de la frontera con Alemania, encontramos uno de los lugares más bonitos de toda Francia. La pequeña ciudad de Colmar, con una población de unos 70.500 habitantes, encandila a todos aquellos que la visitan, con sus típicas casas alsacianas de coloridas fachadas y entramados de madera, los canales que recorren el casco antiguo (conocido como Petite Venise), y los edificios de estilo gótico alemán que conforman su importante patrimonio histórico y cultural.

Pero si hay una época del año en que la ciudad de Colmar destaca es por Navidad. Durante estas fechas, la ciudad se convierte en un auténtico paraíso navideño, con luces, decoraciones, y los 6 mercados navideños que se reparten por la ciudad, famosos en toda Francia por su belleza y tradición.
Situado en frente de la emblemática Maison dite “Au Pèlerin”, o Casa Rosa, se halla el árbol de Navidad más famoso de Colmar, un enorme abeto decorado con bolas de colores que actúa como un fondo perfecto para hacerse fotos. Cerca de allí empieza la Rue des Marchands, una de las calles principales de la ciudad y que, con la encendida de las luces de Navidad, se convierte en la más bonita, especialmente cuando anochece.
En cuanto a actividades lúdicas, en la Place Rapp se instala una gran pista de hielo, a la cual se puede acceder por un precio de 5€ incluyendo los patines. Durante esos días, la plaza también acoge un carrusel y una pequeña montaña rusa, convirtiéndola en un plan perfecto en familia. Por otro lado, en el parque Montagne Verte se instala una gran noria que, con un precio de unos 5€, ofrece unas panorámicas únicas de la ciudad y su alumbrado navideño.

La verdadera estrella de Colmar en estas fechas, sin embargo, son los seis mercados navideños que ocupan las calles de la ciudad desde finales de noviembre, con sus casetas de madera adornadas donde comprar adornos, productos artesanales, y comida y bebida.
Place Jeanne de l’Arc
Cerca de la iglesia de San Mateo, el mercado de está plaza está especializado en la gastronomía alsaciana, con productos locales y dulces tradicionales, como el foie gras, las galletas, el pan de jengibre, embutidos, o el vin chaud, un vino caliente aromático típico de estas fechas.

Mezclándose con las tradicionales casas alsacianas que rodean la plaza, las casetas de madera de los puestos del mercado recrean un pueblo tradicional alsaciano, con un pequeño rebaño de cabras incluido.
Place des Dominicains
Situado en una de las plazas más antiguas y más bonitas de la ciudad, alrededor de la imponente iglesia gótica de los Dominicos, se trata del mercado navideño más grande de la ciudad, con más de 60 puestos. Además de poder hacer degustaciones y comprar productos locales, en este mercado se pueden comprar productos artesanales y decoraciones navideñas, así como juguetes tradicionales.
En cuanto a actividades lúdicas, el mercado ofrece música navideña, y hay una pequeña noria montada para los más pequeños. Por la noche, las vidrieras de la iglesia se iluminan desde el interior, creando un espectáculo lleno de magia.

Rue de la Montagne Verte
Aunque en un inicio se ubicaba en la plaza de la catedral, hace unos años, este mercado gourmet se trasladó a unas pocas calles. Aquí, son nueve las casetas que podemos encontrar, cada una de ellas con un chef especializado en la gastronomía alsaciana y navideña. Con precios más económicos que los restaurantes, aquí encontramos desde dulces y pasteles tradicionales de navidad, hasta embutidos y ostras, siendo las tartes flambée el producto estrella.
A menudo se instala una pequeña feria al lado del mercado, con algunas atracciones para que disfruten los más pequeños de la casa.

Edificio del Koïfhus
Construido en el 1480, este era el edificio de la antigua aduana. Dividido en dos plantas (con la inferior dedicada al Museo del Juguete), su mercado navideño es el único de los mercados de la ciudad que es interior. Es perfecto para hacer las compras de regalos de Navidad, pues con una veintena de puestos, son los artesanos locales los que toman el protagonismo, mostrando sus creaciones de cerámica, vidrio, ébano, joyas, e incluso juguetes artesanales.
Place de l’Ancienne Duoane
En el exterior del Koïfhus encontramos esta plaza, que toma su nombre del edificio. Su mercado navideño, conformado por unas 50 casetas, se dispone alrededor de la fuente de Schwendi, y ofrece desde decoraciones navideñas y juguetes tradicionales de la región, hasta comida típica de Alsacia. Uno de los lujares mejor decorados de todo Colmar, en la plaza se puede observar un pequeño trozo de canal descubierto.
Aquí se instala también una de las ferias de atracciones más grandes de la ciudad. Además, una vez de ha hecho de noche, podemos disfrutar de la belleza del Koïfhus, que decorado con luces de todos los colores hace de esta plaza un lugar todavía más mágico.

Petite Venise
Este mercado, pensado para los niños, se encuentra en el céntrico barrio de casas de colores llamado la “Pequeña Venecia”, pues se sitúa a lo largo del canal del río Lauch. Con casetas que parecen sacadas de cuento, en este mercado se venden peluches, juguetes, pan de jengibre, y todo tipo de golosinas. A parte, hay actuaciones de villancicos en directo, un gran belén animado, una pequeña granja de animales, y un gran buzón donde los niños pueden meter su carta para Papá Noel. Pero la gran estrella del mercado es el bonito tiovivo de caballos de madera, el cual recrea un paseo a caballo por un bosque.
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