Cinco destinos rurales de Castilla y León sencillos y accesibles, "ready to know"

Castilla y León conmemora el día 23 de abril su gran fiesta regional y queremos rendirle homenaje haciendo una pequeña selección de entre sus numerosísimos pueblos. No obstante, se trata de uno de los territorios de mayor importancia en cuanto al turismo rural se refiere de España, tanto cualitativa como cuantitativamente - acoge 2248 municipios de los 8131 con que cuenta el país en su totalidad, es decir, más de una cuarta parte -.

Escogemos algunos de ellos que quizás han pasado desapercibidos a escala nacional pero que representan destinos sencillos de conocer, accesibles y con la gran riqueza que solo las pequeñas poblaciones del interior atesoran como si de una reliquia se tratase. Destinos listos para ser descubiertos que se abren ante nuestras miradas con el fin de cautivarnos.

Somaén, la Soria más inimaginable existe

Somaén es una pequeña entidad de población perteneciente al municipio de Arcos de Jalón, en el sureste de la provincia de Soria. Precisamente el río Jalón es el que configura la hoz en la que se asienta este pueblo, rodeado de un paisaje de tonos rojizos espectacular que ha sido comparado habitualmente con un Cañón del Colorado en miniatura.

Una localidad presidida de manera indiscutible por el castillo del siglo XIV – hoy en día rehabilitado y reconvertido en hotel - dominando todo este contorno de película y el encantador conjunto arquitectónico de la barriada a sus pies, con el aderezo de los buitres leonados sobrevolando nuestras cabezas.

Cisneros, una joya palentina con mucha historia

La provincia de Palencia no deja de sorprendernos por los numerosos tesoros que acoge en su territorio, siendo la localidad de Cisneros uno de ellos. Ligada indisolublemente al célebre Cardenal Cisneros – si bien el topónimo no proviene de este ilustre personaje contemporáneo de Isabel I de Castilla, sino al contrario, a pesar de haber nacido en Torrelaguna -, esta población es una referencia de la ruta del Renacimiento palentino.

Perteneciente a la comarca de Tierra de Campos, Cisneros cuenta con dos auténticas joyas de la meseta castellana que son de obligada visita para cualquier amante del arte. Por un lado, la Iglesia de San Pedro y su museo de arte sacro y, por otro, la Iglesia de San Fecundo y San Primitivo, un templo que, visto desde fuera, nada hace presagiar las maravillas que custodia en su interior, donde se pueden admirar algunos de los artesonados más bellos y espectaculares de toda la geografía española.

Montealegre de Campos, escenario de El Cid en plena provincia de Valladolid

A tan solo cuarenta kilómetros de Cisneros y también en Tierra de Campos, aunque ya en plena provincia de Valladolid, esta localidad meseteña es una de las más representativas del páramo castellano. Su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, nos traslada al más puro estilo tradicional de estas tierras mientras su hermoso y vetusto castillo – uno de los más relevantes de la provincia de Valladolid, lo cual es ya mucho decir – domina un amplio horizonte con un paisaje de suaves lomas.

Construido en el siglo XIII, su fama de fortaleza inexpugnable a lo largo de la historia quizás atrajo las miradas de los cineastas, quienes lo usaron para rodar algunos de los escenarios del famoso largometraje de El Cid, con Charlton Heston y Sophia Loren como protagonistas.

Peñaranda de Duero, un destino burgalés imprescindible

A tan solo dieciocho kilómetros de la famosa población de Aranda de Duero, Peñaranda de Duero es uno de los mejores ejemplos existentes de villa medieval castellana de la península. Sus murallas, sus puertas monumentales, su castillo, sus casas centenarias con entramados de madera en su casco viejo, el Palacio de Avellaneda – uno de los edificios renacentistas más importantes del país -, la bellísima plaza Mayor… son motivos más que suficientes para anotarla como destino para nuestras futuras visitas.

Declarada Conjunto Histórico-Artístico, esta irrepetible localidad de la Ribera del Duero burgalesa es además un lugar que nunca defrauda en el buen yantar y el buen beber, gracias a su gastronomía.

Cabezón de Pisuerga: el puente más icónico de la campiña vallisoletana

Cabezón de Pisuerga quizás sea un nombre no demasiado conocido fuera de la provincia de Valladolid, pero se trata de uno de los puntos estratégicos más importantes de la meseta norte desde la Antigüedad. Campiña y páramo se dan cita en esta población gracias a un paisaje donde dominan los cerros, que siguen en sentido longitudinal el curso del río Pisuerga. Desde Cabezón parte, precisamente, la senda que conduce a los cortados de este río – pertenecientes a los límites del municipio de San Martín de Valvení -, donde se encuentran unos de los miradores más impresionantes de toda Castilla y León.

Más allá de la presencia del famoso canal de Castilla o de sus casas cueva, en Cabezón destaca especialmente la estampa de su puente sobre el río Pisuerga, una construcción medieval que enamoraría a cualquier aficionado a la fotografía.