Cinco caprichos viajeros... por si te toca la lotería 

Darse un capricho, practicar un exceso, permitirse un lujo sin igual. Soñar con que nos toca la lotería para cumplir nuestros sueños viajeros. Si, por casualidad, el próximo 22 de diciembre, te despiertas millonario, estos son algunos planes sencillos… para ir abriendo boca:

Por el norte de España en un tren legendario

Sin necesidad de ir muy lejos, existe un viaje por nuestra geografía bañado en elegancia y sofisticación. Hablamos, cómo no, del Transcantábrico Gran Lujo, un ferrocarril legendario que se desliza por lo más verde del norte de la panínsula: desde San Sebastián hasta Santiago de Compostela. Y lo hace con el toque melancólico de la Belle Epoque que lleva impreso en sus vagones; con la equipación más completa en sus exquisitas suites de cinco estrellas (habitación, salón y baño privado con ducha de hidromasaje y sauna de vapor, televisión, ordenador, consola de juegos, conexión wifi...); y con la garantía, por supuesto, de unos fogones exquisitos.

Ocho días y siete noches dura este mágico trayecto sobre raíles por la cornisa cantábrica, con el que podrás asistir a joyas como Santillana del Mar, Potes, Llanes, Ribadesella, Ribadeo... Y con el que el viaje recuperará su romanticismo como en los relatos de Agatha Christie o Paul Theroux.

En helicóptero sobre los volcanes de Isla Reunión

Si la belleza de esta exuberante isla posada en mitad del océano Índico y al este de Madagascar ya resulta sorprendente, como suele decirse, a pie de calle, nada como tener la suerte de contemplarla desde las alturas. Nada como sobrevolarla en helicóptero. Y es que, más allá de disfrutar de una perspectiva fabulosa que permite alcanzar con la vista los rincones más inaccesibles, este vuelo permite deslizarse entre vertiginosos cañones, rozar la cima de las montañas, quedar salpicados por el agua de atronadoras cascadas y, sobre todo, pasar por encima de los volcanes que descansan en este territorio.

Todos sobrecogen, pero especialmente Le Pitón de la Fournaise, uno de los más activos del mundo, que se aún hoy encuentra en erupción. Contemplar la explosión de magma desde las alturas, como si se tratara de un caldero incandescente que derrama ríos de lava, es una de las imágenes más codiciadas por los fotógrafos de todo el mundo.

La vuelta al mundo en un crucero

¿Por qué conformarse con un solo viaje? Elegir una travesía mundial implica no tener que escoger destino, así que, ya puestos a soñar, hagámoslo con la vuelta al mundo. Para ello existen navieras (MSC, Costa Cruceros, Royal Caribbean…) que proponen cruceros que efectúan este periplo mágico, es decir, que navegan por todos los océanos del planeta con paradas tan fascinantes que resulta difícil imaginar.

Trayectos que suelen tener una duración de más de cien días y que atraviesan los cinco continentes. Un ejemplo, para poner los dientes largos, es el que realiza Costa Cruceros que, a grandes rasgos, parte de Barcelona hasta Sudamérica, cruza el Océano Índico hasta Sydney y regresa a Europa con diversas escalas en África. Otros como Silversea proponen un viaje con escala en 54 destinos dentro de 29 países y en un trayecto de 113 días.

Relax total en la isla de Martinica

Conocida como la isla de las flores, la paz está garantizada en esta remota isla perdida en aguas caribeñas. Para situarla, se trata de un territorio con estatus de departamento de ultramar francés ubicado entre Dominica y Santa Lucía, más o menos en el centro del arco de islas que hay entre Puerto Rico y Venezuela. Aquí la vida nones más que calidez, ritmo, magia y color. Playas con todas las tonalidades del mundo, sierras rocosas, ensenadas al estilo de los fiordos y hasta un volcán activo, el Monte Pelée.

Eso y la alegría de vivir criolla, sumada a una gastronomía exquisita, hacen del lugar un sueño. Nada extraña que lograra deslumbrar a Paul Gauguin, que tan sólo necesitó cuatro meses (entre junio y octubre de 1887) para que su huella quedara eterna en sus cuadros.

En busca de osos polares en las Islas Svalbards

Viajar a este misterioso rincón del globo donde la tierra se muestra primigenia es vivir una aventura única. Las frías y remotas Islas Svalbards están en el océano Glacial Ártico, al norte del continente europeo, a medio camino de Noruega y el Polo Norte. Un lugar ajeno a todo lo conocido y trazado con montañas de nieve, fiordos imposibles y glaciares azulados.

Aquí no sólo habitan aves, leones marinos, morsas, focas, zorros y renos árticos, sino que además acogen un importante asentamiento del mayor depredador terrestre que existe: se calcula que en este archipiélago hay más osos polares que humanos. El encuentro con estas bestias que pueden alcanzar dos metros de altura y 600 kilogramos de peso quedará para siempre grabado en la memoria, como también lo hacen las mágicas auroras boreales que pueden contemplarse en las noches gélidas.