La Catedral de Sal, el lugar más sorprendente de Colombia 

Una iglesia bajo tierra que se siente como un desvío hacia las entrañas de nuestro planeta. Así es el lugar más inquietante, pero extremadamente bello, de Colombia. Tanto, que ha sido catalogada como la “primera maravilla de Colombia”. 

Catedral de Sal, en Zipaquirá, Colombia

Catedral de Sal, en Zipaquirá, Colombia

/ Mltz

A veces, para encontrar belleza, debemos mirar hacia el interior. Eso es justamente lo que le pasa a la Catedral de Sal de Colombia, uno de los lugares más icónicos y asombrosos del país. Lo cierto es que, para muchos, este túnel que conduce a las paredes saladas de esta iglesia se siente como "un desvió hacia las entrañas de la Tierra”.

No es para menos, pues para acceder a ella debemos pasar por un oscuro y húmedo pasadizo en el que se siente un ligero olor a azufre en el aire. Tras atravesar unas decenas de metros, este túnel se ira ensanchado hasta revelarnos ante nuestros ojos uno de los lugares más alucinantes de todo el planeta.

Interior de la Catedral de Sal, en Colombia

Interior de la Catedral de Sal, en Colombia

/ diegograndi / ISTOCK

La Catedral de Sal se encuentra, concretamente, a 182 metros bajo tierra, en lo que era una antigua mina de sal en Zipaquirá, el emplazamiento que tiene este lugar a las afueras de Bogotá. La primera impresión al entrar es la imagen de dos iconos católicos: la Cruz y el Arcángel Gabriel, ambos tallados en sal.

Cómo es el interior de esta catedral

De hecho, lo que más impresiona de este lugar no son sus cientos de esculturas talladas en pura sal, es su arquitectura, catalogada como una auténtica maravilla que se asienta sobre las cavernas y túneles que dejaron en su momento los mineros. Los mismos que, de estos mismos túneles y recovecos, extrajeron millones de toneladas de sal desde hace más de dos siglos.

Catedral de Sal, Zipaquirá, Colombia

La Catedral de Sal se encuentra a 182 metros bajo tierra

/ Pierrick Lemaret / ISTOCK

La parte inferior del templo nos recibe con tres naves que representan el nacimiento, la vida y la muerte de Cristo. Aquí también hay una cúpula de basílica, candelabros y una enorme cruz que va del techo al suelo iluminada con unas imponentes luces violetas.

Unos inicios modestos

Este lugar, en sus inicios, era el lugar donde los mineros habían construido un pequeño santuario para rezar cuando pasaban largos días trabajando en su interior. Allí, rezaban a la Virgen del Rosario de Guasá, la conocida patrona de los mineros. Esta les protegía de los gases tóxicos, las explosiones y otros accidentes.

Catedral de Sal, Zipaquirá, Colombia

La Catedral de Sal es un gran motor revitalizante para la economía local en Zipaquirá.

/ diegograndi / ISTOCK

Los primeros indicios que se tienen sobre la construcción de un santuario en el interior de estas grutas data del 1930. De hecho, como cuenta el administrador de esta catedral “para los mineros cada día que salían vivos del lugar era un motivo de agradecimiento”, por lo que el santuario, para ellos, era de vital importancia.

Con el paso de los años estas minas quedaron completamente vacías. De hecho, lo normal cuando se terminan los trabajos de extracción es que estas se queden selladas y abandonadas. Pero una de las instituciones católicas del país, en 1953, promovió que se convirtiera en un lugar de culto, y así fue.

Catedral de Sal, Zipaquirá, Colombia

Muchos catalogan a la Catedral de Sal como "un desvió hacia las entrañas de la Tierra"

/ ChandraDhas / ISTOCK

Durante años sirvió como lugar para los católicos, hasta que llegó el 1990, en el que se forzó el cierre por problemas estructurales. Durante los posteriores años se realizaron las Estaciones de la Cruz en su interior y se transfirió el enorme altar de sal de roca de su lugar antiguo al nuevo. Este fue uno de los grandes desafíos, pues pesaba la friolera de 16 toneladas.

La primera maravilla de Colombia

Esta iglesia, más allá de ser un referente en la recuperación de las minas para uso del público, es un gran motor revitalizante para la economía local en Zipaquirá. Una zona en la que la extracción de la sal ha disminuido, pero que ha sabido reformarse para atraer a turistas y peregrinos de todas las partes del mundo.

Catedral de Sal, Zipaquirá, Colombia

La Catedral de Sal es, para el gobierno del país, “la primera maravilla de Colombia”.

/ ChandraDhas / ISTOCK

Este lugar, de hecho, recibe la friolera de 600.000 visitantes al año y, aunque no está entre las Siete Maravillas de Mundo, el Congreso de Colombia la ha proclamado como “la primera maravilla de Colombia”. Y no es para menos.

Síguele la pista

  • Lo último