Cardiff, de fortaleza romana a templo de ocio nocturno
La capital y ciudad más grande de Gales recibe al viajero con los brazos abiertos para que disfrute de su oferta cultural, deportiva y de ocio.

El dragón rojo mostrará el camino es el lema de Cardiff y a cada paso por la capital de Gales no podemos más que confirmarlo. Es el dragón rojo el que nos recibe en la ciudad que vio nacer, por ejemplo, al futbolista Gareth Bale o al escritor Ken Follett. Una ciudad con una historia fascinante, un presente interesante y un futuro de lo más prometedor.
Inicios romanos: fortaleza y centro militar en Cardiff
La historia de Cardiff se remonta a la época romana, cuando fue establecida como una fortaleza alrededor del año 75 d.C. Los romanos eligieron este enclave estratégico a orillas del río Taff para construir un fuerte que serviría como punto de control militar. El fuerte, conocido como castellum, servía como punto de partida para expediciones militares más allá del sur de Gales.

El viajero que llegue a Cardiff descubrirá las ruinas de este fuerte bajo el castillo de Cardiff, una construcción posterior que se erigió sobre los restos de las estructuras romanas. Este castillo, aunque renovado en siglos posteriores, conserva parte de la muralla original romana.
Tras la retirada de los romanos, Cardiff se vio sumida en un periodo de declive y abandono hasta la llegada de los normandos en el siglo XI, cuando volvió a resurgir convirtiéndose en un importante centro administrativo y de defensa. Y saltamos ahora hasta la Revolución Industrial, ya que marcó un cambio muy significativo en su historia. A medida que crecía la demanda de carbón y gracias a su proximidad a los yacimientos, se transformó en un centro neurálgico de la industria minera. Tanto es así que su puerto se convirtió en uno de los más importantes del mundo para la exportación de carbón.

Hoy en día, Cardiff ha pasado por una transformación cultural y económica que la ha convertido en un destino muy popular para el turismo y el ocio nocturno. Con la disminución de la industria del carbón a mediados del siglo XX, Cardiff tuvo que reinventarse y se convirtió en un centro para las artes, la cultura y, cómo no, la vida nocturna.
Paseando por Cardiff: sus imprescindibles
Paseando por Cardiff el viajero se sorprenderá de la simbiosis perfecta que forman los edificios históricos con otros de aspecto futurista. Imprescindible resulta, por ejemplo, visitar el museo nacional de Cardiff, que alberga una interesante colección de arte impresionista, que incluye obras de Monet, Van Gogh o Rodin. Tampoco puede perderse el amante del deporte el Millennium Stadium, uno de los más modernos del Reino Unido y hogar del rugby galés.

Hemos comentado la importancia de Cardiff como centro cultural y artístico y se puede dar buena cuenta de ello en enclaves como el centro de artes Chapter, que ofrece una amplia gama de eventos que van desde la proyección de películas de cine independiente y teatro hasta exposiciones de arte y talleres creativos.
Otro ejemplo es también el centro del milenio de Gales, un espacio cultural ubicado en la bahía de Cardiff y conocido, sobre todo, por su arquitectura icónica. Los amantes de las artes escénicas van a descubrir aquí su edén particular. Y, si se quedan con ganas de más, siempre podrán dirigirse al Techniquest, un centro de ciencia interactivo perfecto para familias con niños.

Cardiff tiene un plan perfecto para cada tipo de viajero. Se puede disfrutar de espacios verdes en Bute Park, uno de los parques urbanos más grandes del Reino Unido o en Roath Park, famoso por su lago con barcas y un faro que conmemora el viaje del explorador Robert Falcon Scott a la Antártida. El parque también cuenta con jardines y un coqueto invernadero tropical.
Tampoco podemos olvidarnos de visitar la catedral de Llandaff, el castillo de Coch (a las afueras de la ciudad), el Cardiff Market (un interesante mercado victoriano cubierto que ofrece gran variedad de productos frescos, ropa, libros, regalos y antigüedades) o el St Fagans National Museum of History, un museo al aire libre que ofrece una visión única de la historia de Gales.

Cardiff, un templo de ocio nocturno
La bahía de Cardiff, antiguamente un transitado puerto industrial, se ha convertido en un moderno complejo de ocio con bares, restaurantes y lugares de entretenimiento. Además, el viajero también podrá descubrir la gran cantidad de pubs históricos, discotecas y lugares de música en vivo que atraen tanto a locales como a viajeros.
Si quieres vivir la noche de Cardiff debes dirigirte a calles como St. Mary Street y Mill Lane, ya que son los lugares en los que arranca la vida nocturna. Y, ojo, puesto que son enclaves muy frecuentados por los jóvenes que estudian en la universidad de la ciudad cualquier día de la semana.

En definitiva, si tienes pensado visitar Gales, Cardiff es una parada imprescindible, ya que hará las delicias tanto de mayores como ñoños, pasando por supuesto, por aquellos jóvenes que quieren descubrir una ciudad que se ha reinventado y se ha convertido en un epicentro cultural que no conviene perderse.
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