
La Camarga se extiende a lo largo de 48.000 hectáreas a lo largo del delta del Ródano y se divide en tres zonas: dunas y lagunas (sur), salinas (este y oeste) y cultivos (norte). Fue declarado Parque Nacional en 1970.
Para ver las zonas más salvajes y disfrutar de la naturaleza en estado puro es mejor ir al sur, donde se encuentran las salinas. Pero en Camarga también podrás disfrutar de algunas de las mejores playas de Francia, enormes y salvajes arenales, o pasear por pueblos y ciudades con mucho encanto, como Aigues Mortes o Saintes Maries de la Mer..sin olvidar, claro está, Arles, que se encuentra a tan solo una hora.


Es además una zona donde se pueden realizar numerosas actividades relacionadas con la naturaleza como paseos en caballos salvajes, salidas en barco para ver los flamencos por los humedales o avistamientos de aves.
La gastronomía es otro de los puntos fuertes, con numerosas especialidades como los pescados y mariscos frescos de la zona (no hay que perderse los moules o mejillones a la marinera) pero también la carne y los embutidos de toro, su famosa sal ..todo acompañado célebre vino rosado de la Provenza.

Además de las playas, los humedales y las salinas, te recomendamos que no te pierdas estos pueblecitos o ciudades…
AIGUES MORTES
Preciosa y amurallada ciudad medieval que merece mucho la pena visitar, ya que está siempre muy animada, repleta de pequeñas tiendas, bares y restaurantes pintorescos. La ciudad fue fundada por el Rey Luis IX de Francia (San Luis) en 1240 para desarrollar el comercio con Italia y Oriente, y se convirtió en el primer puerto francés en el Mediterráneo.
Sus murallas que en total tienen 1.634 metros están excepcionalmente bien conservadas, con sus puertas fortificadas, sus veinte torres, entre las que destaca la más alta, la Torre de Constanza, antigua prisión y desde donde se puede disfrutar de preciosas vistas de las salinas rosas que se encuentran muy cerca de las murallas.
Es obligado pasearse por sus callejuelas y tomarse un café en la animada plaza de San Luis, llena de terrazas y restaurantes y con una estatua del fundador de la ciudad.

LAS SALINAS DE AIGUES MORTES
Se extienden a lo largo de 14.000 hectáreas y son una atracción más de la Camarga. De hecho, la sal de la Camarga (que venden allí por todas partes) es una de las más apreciadas de Francia. Las salinas son de color rosa debido a la proliferación de algas microscópicas rosas. En verano la Oficina de Turismo organiza visitas a las salinas.

SAINTES MARIES DE LA MER
Un pueblo costero encantador que posee un centro histórico muy bien conservado y además posee algunas de las mejores playas del sur de Francia. Es un lugar muy frecuentado en verano por los franceses por sus magníficas playas y por su buena infraestructura turística que no resta ni un ápice de encanto a este pueblo, famoso también por ser un lugar de peregrinación para los gitanos, que acuden en octubre a honrar a Santa Sara, cuyos restos descansan en la iglesia de Notre Dame de la Mere o por sus fiestas taurinas, uno de los grandes atractivos de la región.
Su centro está lleno de pequeñas tiendas de recuerdos y pequeños restaurantes en donde comer el marisco y pescado fresco de la zona y también su famosa carne de toro.

A tan solo 4 km de Saintes Maries se encuentra en Parque Ornitológico del Pont de Gau, 60 hectáreas para descubrir la fauna y la flora de La Camargue, donde se pueden ver flamencos, águilas, halcones y cigüeñas.
LA GARE DU ROI
Una pintoresca ciudad marinera a tan solo 30 km de Montpellier y la única ciudad costera del departamento del Gard. Localizada entre el mar y las lagunas, fue fundada por inmigrantes italianos a finales del XIX. El centro del pueblo se ha construido justamente en torno al canal que une Las tres lagunas y el mar. Merecen mucho la pena las coloridas casas entorno al canal, el Faro y los barcos tradicionales. Además se pueden ver las puestas de sol más bonitas de la zona.
A las afueras de la ciudad, hay un Acuario, un Museo del Mar y alguna de las mejores playas de la región como L’Espiguette.


LA GRANDE-MOTTE
Conocida por ser una de las ciudades de vacaciones de toda Francia, La Grande-Motte es también una ciudad íntegramente construida por el arquitecto Jean Baladour, que se inspiró para planificarla en la pirámides mexicanas y la arquitectura del brasileño Oscar Niemeyer. Su estilo arquitectónico fue polémico en los años 70 y 80 pero valorado después por arquitectos y diseñadores, tanto que se estudia en escuelas de arquitectura de todo el mundo. Además de los edificios, a cada cual más bizarro que el anterior, destaca por su buena y urbanizada playa y es uno de los destinos favoritos de vacaciones de la zona.
