Barcelona en dos días

Te mostramos las visitas imprescindibles para una escapada de fin de semana a Barcelona. El Barrio Gótico, el Raval, la Sagrada Familia o el Parque Güell son algunos de los lugares que no te puedes perder de la ciudad condal.

Barcelona en dos días
Barcelona en dos días

Día 1

El Barrio Gótico de Barcelona es uno de los barrios más antiguos de la ciudad. En él se encuentran la Catedral, la Plaza Nova, el Archivo Histórico, el Ayuntamiento o el Palau de la Generalitat. El Barrio Gótico condensa numerosos lugares y edificios importantes para la ciudad y para el visitante en un corto recorrido por lo que la visita será fructífera pero corta: una mañana.

El paseo comienza en la plaza de Colón, la estatua está abierta al público y subir al mirador cuesta 6 euros. Las vistas ofrecen una perspectiva única de las Ramblas y del Puerto Olímpico aunque no es apto para claustrofóbicos ya que el mirador tiene muy poco espacio. Colón abre a las 10:00 horas y es importante ir por la mañana temprano si no se quiere esperar una cola de más de media hora.

Una vez abajo la ruta continúa por las Ramblas hasta la Plaza de Cataluña. En las Ramblas no hay que dejar de observar a los mimos que inundan el bulevar así como los puestos de flores y de animales. Entre los sobrios edificios del siglo XVIII nos encontramos con bares y restaurantes centenarios, el teatro de la ópera del Liceo o el tradicional Mercado de la Boquería (en la foto). Casi en la Plaza de Catalunya se ubica la famosa fuente de Canaletas de la que cuenta la leyenda que si no bebes de ella no regresarás nunca a Barcelona.

La Plaza de Catalunya es la más céntrica y grande de las plazas de Barcelona y es el punto de unión entre el casco viejo de la ciudad y el Ensanche. Desde aquí, continuando en el Barrio Gótico y bajando por la Avenida del Portal de l''Angel, se llega hasta la Plaza Nova, presidida por un friso muy criticado de Picasso que representa las fiestas del Mediterráneo, y la Catedral de Barcelona cuya fachada están restaurando y es imposible de divisar. La entrada a la Catedral se realiza por la puerta principal o por el claustro y su precio es de cinco euros. Al claustro se accede por la calle de la Pietat y ocas, ranas y tortugas son los habitantes habituales de este lugar. Ya en la Catedral se puede subir hasta la azotea en ascensor, que ofrece unas buenas vistas sobre la ciudad.

Detrás del claustro de La Catedral, en la calleSanta Llúcia, se puede visitar gratuitamente la Capilla de Santa Llúcia y, enfrente, el Archivo Histórico de la Ciudad donde destaca un buzón de correos adornado con golondrinas y una tortuga.

Continuando por la calle del Bisbé se llega hasta a la Plaza de Sant Jaume donde se sitúan a un lado el Ayuntamiento y al otro el Palau de la Generalitat que se pueden visitar gratis aunque no es necesario. Siguiendo por la calle de Sant Honorat se llega a la plaza de Sant JusepOriol y a la iglesia de Santa María delPi, una construcción gótica con un gran rosetón de 10 metros de diámetro. Desde aquí, la Plaza de Sant Miquel se caracteriza por las terrazas que ponen los bares y donde se puede pasar un agradable descanso. Por la calle de la Lleona se llega a la Plaza del Rey, soportalada y con una fuente en el centro presidida por dos farolas consideradas la primera obra reconocida de Gaudí.

Una buena opción para pasar la tarde es visitar los barrios de la Ribera y el Raval. La Ribera se encuentra al norte del Barrio Gótico y sus lugares más interesantes son la Catedral de Santa María del Mar, muy cerca del mercado del Born, en la Plaza de Santa María del Mar; el parque de la Ciudadela, considerado un pulmón verde dentro de Barcelona en el que se encuentran el zoo y el Parlament de Catalunya; y el museo de Picasso cuya entrada tiene un precio de 12 euros.

En cuanto al Raval, excepto el Palau Güell y el Museo de Arte Contemporáneo, no tiene lugares con demasiado interés más que sus calles antiguas y ligeramente angostas. Al Raval se puede acceder desde las Ramblas por la calle de Sant Pau, que llega hasta la Rambla delRaval, y volver a salir por la Calle de L''Hopital. Este corto paseo enseñará al turista lo más característico de este barrio.

El Palau Güell se encuentra en la calle Nou de la Rambla y es un antiguo palacio construido por Antoni Gaudí. Es el único que el artista acabó del todo y que posteriormente no ha sufrido modificaciones importantes por lo que en él se puede observar perfectamente la obra de Gaudí. Actualmente está siendo restaurado y sólo se puede visitar la planta baja y el sótano. La entrada es gratuita por lo que se forman grandes colas más tarde de las 10:00 horas.

Uno de los atractivos nocturnos de Barcelona son las terrazas del Maremagnum, situado en el mar frente a la estatua de Colón, aunque también se puede picar en los múltiples bares que inundan el Barrio Gótico, las Ramblas y la Plaza de Catalunya. Otra de las mejores zonas para tomar algo de noche son las terrazas del Barrio de Gracia, muy juntas unas de otras. Son la del Diamante, la de la Virreina, la del Sol y de Rius y Taulet y posee numeroso bares donde se puede cenar bien de raciones. Hasta ellas se puede llegar en metro (parada de Fontana de la línea 3) o en autobús con las líneas 4, 22, 24 y 28.

Dia 2

Lo mejor es levantarse temprano y dirigirse directamente al Park Güell. La parada del metro más cercana es Vallcarca (línea 3) desde la que hay que caminar unos diez minutos a través de una calle tan empinada que han facilitado el acceso con escaleras mecánicas. Por otra parte, los autobuses 12 y 92 paran en la puerta este del parque. El Park Güell también fue diseñado por Gaudí y en él el artista experimentó el paisajismo. Destaca la escalinata de acceso de la puerta principal que está custodiada por un dragón; la sala hipóstila, que es un bosque de 88 columnas; y el Banc de Trencadís, situado encima de la sala hipóstila, que rodea una gran plaza y fue diseñado por Jusep Maria Jujol. Aquí también encontramos la casa de Gaudí cuya entrada cuesta 5,5 € y es donde el artista vivió sus últimos veinte años. Merece la pena gastar media mañana dando un paseo por los senderos que rompen la frondosidad de los árboles del parque.

Al salir del Park Güell la mejor opción es visitar los jardines Hospital de Santa Creu i de Sant Pau, una joya arquitectónica por pocos conocida y en cuya visita no se tarda más de quince minutos. El Hospital se encuentra enfrente de la Sagrada Familia, en la Avenida de Gaudí y hasta ella se tarda unos diez minutos andando. La entrada básica a la Sagrada Familia son 15 euros, que asciende a 29 € más si se quiere subir al mirador y disfrutar de la audioguía. Hay que recordar que la Sagrada Familia es un templo inacabado por lo que sólo se puede ver la planta sin terminar de la iglesia y un museo que narra las pruebas que Gaudí realizó antes de comenzar a construirla. Sin duda lo más llamativo de esta catedral son las cuatro fachadas que son observadas desde la parte de fuera.

Dando un paseo de unos veinte minutos se puede llegar hasta la Pedrera o Casa Milá, situada en la calle Provenza con el Paseo de Gracia. La entrada a este palacete cuesta 22 euros con un audio guía de una hora y media. Su espectacular fachada, hecha en piedra, se ondula siguiendo la esquina de la calle Provenza lo que produce un efecto de olas. De este edificio se pude visitar la planta superior, el ático y la azotea que ofrece unas vistas espectaculares del Barrio de Gracia y Barcelona.

Muy cerca de la Pedrera se encuentra, en el Paseo de Gracia, Casa Batlló cuya entrada cuesta 24,5 euros. Este edificio es la obra más estrambótica de Gaudí y la fachada está realizada en cerámica en verdes y malvas. Lo más llamativo son los balcones en forma de ola que se asemejan a las quijadas de un dragón. El tejado está coronado por una torre en solitario y rinde homenaje a Sant Jordi y el dragón.

Desde luego Barcelona tiene mucho más que visitar si se tienen tiempo y ganas de empaparse de una de las ciudades más cosmopolitas de España.

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