El mes de abril de 2012 puede marcar un hito en la historia de Myanmar pues, tras muchos años de vivir bajo una férrea dictadura, el país -al que muchos siguen llamando por el más evocador nombre de Birmania- celebra unas elecciones que pueden iniciar el camino a la democracia. Los birmanos serán los primeros beneficiados, pero también los viajeros, pues la nueva situación facilitará, sin duda, la visita a este precioso y apasionante territorio, budista hasta la médula y rebosante de templos dorados, donde casi todo puede pasar. Y es que Birmania, o Myanmar según su nombre oficial desde 1989, es un singular rincón del sudeste asiático, fronterizo con China, Tailandia, Laos, India y Bangladés, donde puede que la fe no mueva montañas, pero sí mueve casi todo lo demás.
Asómate al país de las 3.000 pagodas
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Roca Dorada
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Templo Dhammayangyi Pahto
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Niña birmana.
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monasterio de Taung Kalat
Asómate al país de las 3.000 pagodas
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Todos los hombres birmanos tienen que pasar una parte de su vida en un monasterio budista
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monasterio de U Min Tounzeh Paya
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El clásico monje "bonzo"
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El inacabado templo de Mingun