Alpes de Suiza y Francia, su majestad de la montaña

A veces no conquistamos las cumbres sino que son su magnificencia y poder los que nos embrujan. Desparramados por una franja de 800 kilómetros de longitud, este poderoso cinturón de altitudes luce como uno de los centros invernales más majestuosos de Europa.

Los Alpes aglutinan algunas de las estaciones de esquí más legendarias del continente para deleite

Los Alpes aglutinan algunas de las estaciones de esquí más legendarias del continente para deleite de los enamorados al deporte blanco. En la imagen, trenes que unen Zermatt con las cumbres alpinas.

Los Alpes siempre han generado una gran fascinación entre los científicos, razón por la cual muchos términos geológicos relacionados con montañas y glaciares fueran utilizados aquí por primera vez. Pero, más allá de la leyenda, esta zona, que supone uno de los recursos hidroeléctricos y naturales mejor conservados del continente, campa hoy por la memoria colectiva como una amalgama de colinas, cabañas ganaderas y viñedos donde el esquí tiene su reinado. Los Alpes suizos y franceses aglutinan un territorio poblado por estaciones míticas para disfrutar del ejercicio, poblaciones con encanto y sabrosos restaurantes. La región francesa de Rhône-Alpes -que comprende los departamentos de Isère, Saboya y Alta Saboya, con ciudades como Grenoble y Annency-, junto al trazado suizo que conforman Zermatt, Interlaken, St. Moritz, Davos y Arosa, condensan una gran oferta para el mes de diciembre.

La afluencia de un turismo exigente y hedonista ha convertido a la Francia alpina en un buen destino para alojarse en establecimientos de lujo y recibir tratamientos reconstituyentes. Desde 2005, la Compagnie de Gestion Hôtelière (www.cgh-residences.com) resulta un ejemplo obvio, con siete establecimientos -tres con balneario- distribuidos cerca de las mejores estaciones de los Alpes. El hotel Tignes Val Claret (tratamientos de cuatro días, desde 250 €; alojamiento, desde 450 €), que permite esquiar todo el año en el glaciar de la Grande Motte, a orillas del lago, ofrece también un centro de salud y belleza, diseñado por los creadores de las Termas Marinas de Saint Malo, que cuenta con fitness, piscina y baños de burbujas, circuitos y un salón para cuidar rostro y cuerpo. Su restaurante Le Chalet Bouvier, dirigido por Jean-Michel Bouvier, conocido chef del Essentie de Chambéry, invita a una inolvidable exploración por su cocina regional--como el estofado de cerdo al vino-.

Ya en el corazón de los Alpes suizos, Interlaken (www.interlaken.ch), ubicado entre los lagos Thun y Brienz, es un punto perfecto para disfrutar de paseos en trineo y visitar las cumbres cercanas, bautizadas con nombres fantásticos, como el Jungfrau (Doncella), el Mönch (Monje) y el Eiger (Ogro). Para ascender al primero, existe un tren cremallera que deja en el camino al glaciar Alestch, el mayor de los Alpes, que asciende hasta la estación del Jungfraujoch -la de mayor altitud de Europa, a 3.454 metros-, hasta la cumbre declarada Patrimonio de la Humanidad. La vía se adentra por los prados alpinos de Jungfrau y Eiger en un recorrido que sube por Grindelwald (www.grindelwald.ch) y desciende por Lauterbrunnen y Wengen. En Interlaken se levantan edificios señoriales como el casino Kursaal y agradables balnearios como el Victoria-Jungfrau Grand Hotel Spa (? 00 41 33 828 28 28 y www.victoria-jungfrau.ch).

CÓMO LLEGAR:Por Francia: Air France (? 901 112 266 y www.airfrance.es) e Iberia (? 902 400 500 y www.iberia.es) ofrecen varios vuelos semanales a Lyon. Desde la misma terminal hay salidas en autobús y tren a Grenoble y Chamonix. Por Suiza: los vuelos a Zúrich con Swiss Airlines (www.swiss.com. Desde 79 €) son la opción más rápida.

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