Adoquinada, con fachadas Art Nouveau y un túnel natural de árboles: Así de enigmática es una de las calles más pintorescas de Europa

Cada país, cada ciudad, cada destino guarda lugares entre sus calles que resultan únicos, sobre todo cuando se visitan por primera vez. Digamos que son sitios que (todavía, y a pesar de las redes sociales) tienen la capacidad de sorprender. Y hemos encontrado uno de ellos en una de las ciudades más atractivas de Europa. 

Decir que se trata de una ciudad situada a orillas del mar del norte, atravesada por canales y apasionada por la movilidad en bici, es lo más parecido a hacer un spoiler de lo más revelador. Y es que esa ciudad no puede ser otra más que Ámsterdam. 

Cuál es la calle más bonita de esta ciudad de Europa

Si estamos en Ámsterdam y decimos que la cosa va de calles bonitas, irremediablemente todos estamos pensando ya en rincones atravesados por canales, en el reflejo de las históricas fachadas a dos aguas o en los mercados de flores repletos de tulipanes. 

De hecho, los propios amsterdameses dicen que Brouwersgracht es una de las calles más bonitas de la ciudad; y eso que, en realidad, el Brouwersgracht es un canal, y no una calle entendida de manera tradicional. Pero si lo dicen los propios vecinos, por algo será. 

Traducido, su nombre significa ‘el canal de los cerveceros’. Se le conoce así por la cantidad de fábricas y almacenes que había en este tramo cuando se construyó en el siglo XVII. Hoy su importancia radica en que se trata del canal que conecta con otros de la ciudad.

Todos juntos forman un cinturón de canales concéntricos de más de cien kilómetros, en el que hay 1.500 puentes y alrededor de cien islas. El paisaje que dibujan en la ciudad, conocida con el sobrenombre de la Venecia del Norte, es único. Y además, declarado Patrimonio de la Humanidad. 

La otra calle más bonita de Ámsterdam

Junto a Vondelpark, conocido por ser el parque más importante de la ciudad, y uno de los más famosos de los Países Bajos en general, surge una zona residencial tranquila y encantadoramente rica: el barrio de Willemspark. 

Pues ahí, muy cerca de uno de los museos más importantes de la ciudad, el Van Gogh Museum, surge una de las calles más pintorescas de Ámsterdam. Y eso no que está atravesada por ningún canal. Se trata de una pequeña avenida residencial, adoquinada y flanqueada por edificios de estética modernista o Art Nouveau junto a otros de carácter más neoclásico. 

El lugar más instagrameable de Ásmterdam

Sin embargo, no son las fachadas lo más llamativo a este lado de la ciudad, sino la hilera de árboles arqueados de Lomastraat. Juntos parecen formar un túnel natural: desde que se plantaron a comienzos del siglo XX, estos árboles han ido creciendo hacia la luz, y la inclinación parece la única manera de llegar a ella teniendo en cuenta que se trata de una calle estrecha y repleta de fachadas. Pura supervivencia. 

Desde la distancia, la perspectiva central de la calle dibuja un arco de lo más enigmático, dando forma a uno de los lugares más pintorescos y singulares de Ámsterdam. Dependiendo de la estación del año, los árboles ofrecen una fotografía totalmente diferente: desde siluetas fantasmagóricas en pleno invierno (y con niebla) a un pasillo verde brillante en primavera. 

Sea cual sea el momento del año en el que se visite, Lomastraat debería ser una de las paradas imprescindibles para ver un Ámsterdam diferente al que aparece en todas las guías.