5 razones para visitar Alcoy

1. Planes activos en plena naturaleza

Situada a 54 kilómetros de Alicante y a 105 de Valencia, esta ciudad interior está rodeada de dos parques naturales, el de la Serra de Mariola y el de la Font Roja, transitados por 13 rutas a las que se puede acceder desde el mismo casco urbano y que permiten disfrutar de un entorno único. Paraísos para senderistas que esconden entre los recovecos de su variada vegetación las huellas de la presencia humana desde antiguo: desde las pinturas rupestres de la Sarga declaradas Patrimonio de la Humanidad a yacimientos (neolíticos, del bronce e ibéricos principalmente), carboneras, antiguos hornos de cal, masías, castillos, cavas o pozos de nieve…

2. Ruta del Modernismo (y otras visitas a medida)

Los más urbanitas podrán disfrutar de la ciudad de Alcoy durante todo el año a través de distintas visitas guiadas, con diferentes temáticas, para toda la familia. Una de las rutas más sugerentes es la modernista, ya que Alcoy pertenece a la Ruta Europea del Modernismo. Recorriendo sus calles, el visitante podrá realizar un recorrido por el casco urbano y disfrutar de las fachadas de los edificios pertenecientes a esta corriente artística. Entre ellos destaca la Casa del Pavo, el Círculo Industrial, el antiguo edificio del Parque de Bomberos o el Conservatorio Municipal de Música y Danza Joan Cantó, así como diversos edificios fabriles del centro histórico, declarado Conjunto Histórico Artístico, como el de Papeleras Reunidas y la antigua fábrica de Ferrándiz y Carbonell, entre otros.

Del 19 al 25 de septiembre, se celebra la Semana Modernista, un viaje en el tiempo para conocer a través de diferentes actividades el esplendor de una época que forma parte de nuestra historia. Como colofón durante ese fin de semana la ciudad se viste de época, para disfrutar de la Feria Modernista que nos transportará a principios del S.XX y en la que todo el mundo está invitado a participar.

3. Fiestas de Moros y Cristianos

Una de las señas de identidad de la ciudad son las fiestas en honor a su patrón, San Jordi, declaradas de interés turístico internacional. Durante tres días consecutivos (la cita de este año tendrá lugar del 22 al 24 de abril), la ciudad se inunda de música, color, devoción y pólvora.

Aunque la de Moros y Cristianos es la más emblemática, no es la única de las fiestas de Alcoy. En el mes de septiembre, la Romería de la Virgen de los Lirios, declarada de interés turístico provincial, se celebra en honor a la patrona de la ciudad en un acto que reúne el tercer domingo de septiembre a todos los alcoyanos en el paraje de la Font Roja.

El cuarto fin de semana de septiembre tiene lugar la Feria Modernista, un evento en el que se rememora el esplendor de una época y se pone de manifiesto la importancia y relevancia de sus orígenes más próximos, rindiendo homenaje a alguna personalidad del mundo cultural y social de aquel momento en la sociedad alcoyana. Por último, en el mes de diciembre, cuando llega el momento de volver a ser niños, Alcoy se convierte en ‘la ciutat del Nadal’.

4. Arte y cultura

El arte es otro de los puntos fuertes de Alcoy. Cuenta con varios museos que permiten completar la visión de la ciudad, su historia y sus tradiciones: el Museo de las Fiestas de Moros y Cristianos, el Refugio de Cervantes, el Museo Provincial de Bomberos y el Museo Arqueológico…

La cultura y la música también se dan cita en las distintas salas que alberga el IVAM-CADA, ubicado en el antiguo Monte de Piedad. La singular Llotja de Sant Jordi –ubicada en el en el subsuelo de la Plaça d’Espanya o la Capella de l'Antic Asil, en la parte alta de la ciudad–, por su parte, nos acerca a la vanguardia del trabajo del arquitecto Calatrava.

Otra cita imprescindible para los amantes del arte escénico es la Mostra de Teatre d’Alcoi, tanto profesional como amateur, que se celebrará del 23 al 27 de mayo de 2022).

5. Tapeo a la alcoyana

En una jornada descubriendo todos los encantos de Alcoy, son obligadas las paradas para reponer fuerzas con las tapas tradicionales alcoyanas denominadas “taretes” (abisinios, garibaldins, espardenyes, croquetas de aladroc…) o para degustar los sabrosos platos de su gastronomía de montaña. Entre las recetas más típicas destacan la pericana (a base de pimientos rojos secos y bacalao), los ‘bajoques farcides’ (pimientos rellenos) o la olleta de músic (un plato de cuchara elaborado con alubias blancas como ingrediente principal). Y para beber, se puede pedir un Plis play (elaborado con café licor combinado con refresco de cola) o una Mentira (el mismo café licor con granizado de limón). Una buena manera de poner punto y final a la visita.