5 lugares de Italia que solo un auténtico italiano te enseñaría (y que no salen en las guías)

Todos estos lugares de Italia son desconocidos por casi todos los viajeros que se adentran en el país de la bota, pero quedan impresionados ante ellos cuando los conocen.

Auténticos desconocidos de Italia que son joyas en bruto.
Auténticos desconocidos de Italia que son joyas en bruto. / Istock / StevanZZ

El país de la bota tiene muchos rincones que aparecen en las listas de lugares que visitar antes de morir de todo el mundo. El Vaticano, la Fontana di Trevi, la torre de Pisa, el Coliseo romano, el Duomo de Milán... Todos estos sitios son dignos de visitar, desde luego, pero Italia esconde otros muchos recovecos con el mismo encanto e incluso más, donde no hay que hacer cola para hacerse una foto, ni pagar un dineral por entrar.

Esos son los que marcan la diferencia entre ser un turista más y ser un viajero que de verdad pretende descubrir la naturaleza de una región, ciudad, pueblo o aldea. Es tan sencillo como salirse de las guías turísticas, preguntar a un auténtico italiano y visitar lugares desconocidos que los locales guardan en secreto para que no terminen masificándose. Estos son cinco parajes de toda Italia que solo enseñaría un auténtico italiano.

Adriana Fernández

5 rincones únicos y desconocidos de Italia

La pequeña Jerusalén, Pitigliano

No es necesario viajar hasta Oriente Medio para conocer una Jerusalén en miniatura. La comunidad judía se instaló en Pitigliano en el siglo XVI, huyendo de la persecución que sufrían en otras áreas del país, y encontraron aquí calma y un hogar parecido al suyo propio. Aún se conservan el gueto y la antigua sinagoga, siendo testigo de la convivencia pacífica entre diferentes confesiones. Este pueblo de la Toscana es también conocido por sus bodegas excavadas en la roca.

Pitigliano es uno de los lugares más bonitos de Italia.

Pitigliano es uno de los lugares más bonitos de Italia.

/ Istock / vyha

Teatro San Carlo, Nápoles

Es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad de Nápoles, aunque no sea demasiado popular entre los turistas que la visitan. Se trata de uno de los teatros más importantes y antiguos del mundo, que se inauguró en el año 1737. Fue el responsable de colocar a Nápoles en el mapa, convirtiéndola en la capital de la música europea. Presenciar aquí una ópera de Verdi o de Rossini es una delicia para todos los sentidos y una experiencia que nadie podría olvidar nunca.

Duomo de Orvieto, Orvieto

Las catedrales más famosas de Italia puede que sean las de Milán, Roma, Florencia o Pisa. No es fácil estar a la altura de tales construcciones, pero hay pueblos más pequeños y desconocidos que esconden templos verdaderamente impresionantes, como Orvieto, un pueblo medieval de la Umbría. Se trata de una obra maestra del gótico italiano con una fachada ornamentada con esculturas y mosaicos y un interior igualmente alucinante, con frescos, mosaicos y decoraciones de alabastro.

El Duomo de Orvieto en Umbría

El Duomo de Orvieto en Umbría

/ Istock / Michal Krakowiak

Lago de Resia, Bolzano-Bozen

Italia es un país con una naturaleza preciosa, destacando entornos como las montañas de los Dolomitas o los viñedos de la Toscana. Los lagos de Resia no tienen mucho que envidiar en cuanto a belleza y menos aún en cuanto a tranquilidad. Se encuentran en una de las zonas más bonitas del Alto Adige y, aunque es un lago artificial, crea un paisaje alucinante. Cuenta la leyenda, que aún se escuchan repicar las campanas en invierno del campanario que emerge del lago.

Lago de Resia en el Alto Adige

Lago de Resia en el Alto Adige

/ Istock / ChrisRinckes

Passetto del Biscione, Roma

Cuenta la leyenda que fue de este pasaje de donde nació el dicho "ir a buscar a María por Roma". Se dice que un día de verano de 1796, la Virgen que se encontraba dentro del pasadizo abrió los ojos y empezó a seguir con la mirada a todos los que por allí pasaban. Este suceso se mantuvo así durante bastante tiempo, así que había personas de todas partes que querían ir a buscar a María por Roma. Cuando los cerró, se trasladó a la iglesia de San Carlo ai Catenari.

Antes de aquello, esta pequeña galería conectaba el auditorio del Teatro de Pompeyo con el exterior durante la época del Imperio romano, pero se incendió y quedó en ruinas. Durante el Renacimiento, la familia Orsini construyó un palacio sobre el antiguo teatro y colocó una imagen de la Madonna del latte o Virgen de la leche del año 700. El escudo de la familia incorporaba una serpiente, así que se bautizó como Passetto del Biscione o Pasadizo de la Serpiente.

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