5 lugares increíbles que, posiblemente, no visitemos en nuestra vida

Viajar nos traslada en ciertas ocasiones a mundos completamente diferentes; mundos que nos interrogan sobre lo ya aprendido y nos revuelven las bases de lo más cotidiano.

Otras veces, viajamos únicamente con la imaginación a lugares que se escapan a nuestro alcance inmediato, ya sea por la dificultad de llegar hasta ellos, su lejanía o, simplemente, por no ser un destino accesible desde el punto de vista turístico.

Hemos querido acercar aquí algunos de esos lugares haciendo una selección entre los puntos más increíbles que podemos encontrar a lo largo y ancho del planeta.

Monte Thor (Canadá). La mayor caída libre del mundo

El Parque Nacional Auyuittuq, en la Isla de Baffin, frente a las costas de Groenlandia, abarca toda una cadena montañosa que dibuja una buena porción de la zona ártica.

Dentro de esa cadena rocosa nos encontramos con una de las montañas más emblemáticas de todo Canadá. Una mole de granito cuya punta se eleva hacia el cielo alcanzando los 1675 metros de altitud; un registro nada inusual si no fuera porque gran parte de esa distancia se eleva desde la misma base de la montaña. En concreto, un kilómetro y cuarto que constituye la montaña con la mayor caída libre vertical del mundo. Un récord que se une a la insólita inclinación de 105 grados de su pared principal, que caracteriza su inconfundible silueta.

Pico Cão Grande (Santo Tomé y Príncipe). Un cono volcánico impresionante

Frente a la capital de Gabón, Libreville, emerge sobre las aguas del Atlántico una pequeña nación insular: Santo Tomé y Príncipe.

La isla más grande, Santo Tomé, está ocupada en gran parte por una frondosa selva poco penetrable – estamos casi rayando con la línea ecuatorial -, de la que emerge imponente la figura de una elevación producto de la actividad volcánica de la zona.

En efecto, el Pico Cão Grande es el vestigio de un volcán extinto cuyo cono basáltico – 300 metros de altura - está considerado el más vertical del planeta. La dificultad para llegar hasta allí a través del Parque Natural Obô y la alta humedad del ambiente, hacen de él un punto muy poco accesible.

Isla de Baljenac (Croacia). La famosa «huella dactilar» de Croacia

La costa adriática croata es una auténtica maravilla. No sólo por las incontables ciudades y pueblos de cuento de su litoral, sino también por las numerosas islas e islotes que brotan de las aguas de esta región del sur de Europa.

Un total de 1244 tierras emergidas, de las que solamente unas cincuenta se encuentran habitadas en la actualidad.

Una de ellas, la Isla de Bavljenac, se enmarca entre esa gran mayoría de porciones deshabitadas que custodian la costa dálmata; una isla realmente curiosa, anteriormente poblada, que destaca por estar recorrida por 23 kilómetros de muros que cubren por completo su superficie creando un espectáculo único. Unas barreras que impedían la libre circulación del viento marítimo, protegiendo antiguamente los cultivos de las personas que moraban estos lugares y que, hoy en día, se han convertido en un vestigio que impacta a vista de pájaro por su dibujo.

Isla Staffa (Escocia). La maravilla de las Islas Hébridas

Una pequeña isla al oeste de Escocia, perteneciente al archipiélago de Las Islas Hébridas, con una extensión de unas pocas hectáreas es, sin embargo, un verdadero tesoro geomorfológico que cautiva con sus formas y nos regala postales excepcionales.

Bien podríamos pensar, viendo una de las imágenes de la isla, que estamos ante una porción de la Calzada del Gigante, en Irlanda del Norte; sin embargo, nos encontramos en la Isla Staffa, donde una batería de columnas hexagonales de basalto se alinean a lo largo de varias partes de la misma otorgándonos paisajes sublimes, consecuencia de la actividad volcánica – el propio nombre de Staffa significa «Isla de columnas» -.

El punto culminante de tanta belleza es la Cueva de Fingal, al sur de la isla, una gran cavidad en la roca junto al mar que es una auténtica maravilla.

Cráter de Kawah Ijen (Isla de Java, Indonesia). La lava de color azul

El complejo volcánico de Ijen, al oeste de la Isla de Java, en Indonesia, es un grupo de volcanes activos que abarca unos 20 kilómetros de distancia, pertenecientes al Cinturón de Fuego del Pacífico – una de las zonas con mayor actividad telúrica del planeta -.

Los más de 2000 metros de altitud a los que se encuentra el cráter de Kawah Ijen, con un diámetro de más de 700 metros, nos permite adivinar levemente las enormes fuerzas que discurren por el interior de la Tierra bajo estos suelos de la Isla de Java.

Sin embargo, no podemos alcanzar a imaginar la extraña característica del volcán. Las grandes cantidades de azufre en combustión que escupe al exterior en forma de magma teñido, da lugar a un espectáculo único que, visto de noche, da la impresión de tratarse de una lava de color azul que pareciera provenir de otros mundos.