15 hotelitos coloniales para dormir dentro de las murallas

Suite de la Casa del Arzobispado, un hotel boutique en un bello caserón del XVII.
Suite de la Casa del Arzobispado, un hotel boutique en un bello caserón del XVII.

Hasta hace pocos años no había mas remedio que alojarse en la Cartagena extramuros, salvo que tuviéramos habitación en los antiguos conventos de Santa Clara y Santa Teresa, convertidos en los cinco estrellas clásicos del casco viejo, o en algún que otro pequeño hotel desperdigado por sus callejas. Sin embargo, en los últimos tiempos han florecido por la vieja Cartagena un buen puñado de hoteles boutique con encanto y pocas estancias. Esta es una selección de los más apetecibles:

Grandes hoteles de lujo

Hotel Santa Clara

En 1949, un reportero llamado Gabriel García Márquez asistía a la apertura de unas criptas en el Convento de Santa Clara (siglo XVII). El descubrimiento en una de ellas de la larga cabellera de una niña fue el origen de su imprescindible "Del amor y otros demonios". Reformado en 1991 y hoy propiedad de la cadena Sofi tel, este hotel de regusto colonial y más de un centenar de habitaciones es un clásico en el que han reposado desde el presidente Lula hasta el Rey Juan Carlos, Bill Gates o Yasser Arafat. Incluso aunque no se esté allí alojado, merece la pena curiosear entre sus patios o tomar un cóctel o un jugo recién exprimido en su Lounge Bar El Coro.

Hotel Charleston Cartagena

El Convento de Santa Teresa fue, a principios del XVII, el primero que se levantó dentro de la ciudad amurallada. Instaurada la República, pasó a oficiar como cuartel y más tarde como cárcel, escuela para niñas e incluso fábrica de fideos, hasta que se convirtió en uno de los hoteles con más encanto de la urbe. Conviene reservar una buena mesa en el restaurante de su terraza para disfrutar, también, de las vistas.

Hoteles boutique

Casa Pestagua

Hasta el verano de 2007 este caserón colonial del XVII que sirviera de morada al conde de Pestagua se alquilaba como casa privada de lujo. Convertido entonces en hotel boutique, es el único de su categoría que dispone de spa, amén de una gran piscina en un patio flanqueado de palmeras. Frescos, suelos de piedra coralina, pilares de roca y obras de arte aparecen por este hotelito de 11 habitaciones cuya restauración corrió a cargo del arquitecto colombiano Álvaro Barrera. Si el presupuesto no da para instalarse en esta delicia, al menos se podrá acceder al bar para tomar una copa o hacer una degustación de vinos y tapas en su cava, instalada en el antiguo aljibe.

Casa del Arzobispado

Hace cerca de tres años abrió como boutique hotel este caserón del siglo XVII que perteneciera al prócer Antonio José de Ayos. Tras su portón de madera, en una popular calle a espaldas de la Catedral, aguardan a los afortunados una decena de deliciosas habitaciones y suites, una piscina en el patio flanqueado por las palmeras y un mirador con hamacas desde el que sus huéspedes pueden espiar los tejados del casco viejo.

Hotel Agua

Un patio de aires morunos, con muros blancos y helechos gigantes, dan la bienvenida a esta casa del XVII reconvertida en un boutique hotel de siete habitaciones y suites, con sala de lectura y piscina con solárium, e incluso con zona de masajes en lo alto del edifi cio, donde al anochecer las vistas de la cúpula de la Catedral iluminada son imbatibles. Sus dueños poseen también otro hotelito en Isla Barú, donde combinar la Cartagena colonial con las mejores playas de la zona.

El Marqués

El portón de este hotelito, erigido en una casa del XVII del conde de Pestagua, permanece cerrado a cal y canto para que nadie se cuele a curiosear en su interior. Alrededor de un patio empedrado adornado de palmeras, plátanos gigantes y una pequeña fuente con mesas alrededor, se disponen en varios pisos sus ocho habitaciones. En los 70 la casa fue adquirida por un fotógrafo y cineasta neoyorquino que alojó en ella a John Lennon y Yoko Ono, además de a estrellas como Greta

Casa Quero

Seis habitaciones amplias y con una decoración clásica y romántica, además de sala de lectura y piscina en la terraza del mirador del último piso, con jacuzzi y baño turco, en esta casona del XVIII del barrio de San Diego que terminó de restaurarse hace dos años para convertirse en hotelito con encanto.

Hotel LM

Antigüedades, paredes de ladrillo, techos panelados en madera y una decoración de diseño se alían en esta delicia inaugurada en diciembre de 2007. Cuenta con siete habitaciones, piscina, jacuzzi, servicios de spa, un mirador que espía los tejados y cúpulas del casco viejo, y hasta la posibilidad de, si apetece, entrar en la cocina para prepararse cualquier plato.

Opciones más asequibles

Bantú Hotel. www.bantuhotel.com

Casa India Catalina. www.hotelcasaindiacatalina.com

Casa del Curato Bed Breakfast. www.casacurato.com

Casa La Fe Bed Breakfast. www.casalafe.com

Hotel 3 Banderas. www.hotel3banderas.com

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