Los desiertos más grandes del mundo

El conjunto de zonas desérticas del planeta ocupa más de 50 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone un cuarto de la superficie terrestre.

Desierto de Antártida
Desierto de Antártida / mmac72/iStock

Observar la inmensidad del desierto es una experiencia única que todo el mundo debería experimentar al menos una vez en la vida. De hecho, estos territorios yernos e inhóspitos, azuzados por las temperaturas extremas, unas veces frías y otras calientes, se han convertido en el destino turístico elegido por muchos viajeros que buscan una forma diferente de aprovechar sus vacaciones, rodeados de tranquilidad y espacios que incitan a la reflexión.

Ubicados de norte a sur del planeta, los desiertos ocupan más de 50 millones de kilómetros cuadrados, es decir casi una cuarta parte de la superficie de la Tierra. De hecho, más allá de la concepción popular, estos enclaves no están formados únicamente por arena. También existen zonas desérticas rocosas, polares, esteparias y salares, entre otras.

Y es que si entendemos por desierto lugar despoblado, no habitado por humanos ni apenas por seres vivos, se puede decir que los más grandes del planeta son: el Antártico, el Ártico, el Sahara, el de Arabia y el de Australia.

Cuando nos preguntan por un desierto, probablemente los primeros que se nos vengan a la cabeza sean esas inmensas regiones áridas situadas, por ejemplo, en África, Asia o Australia. Sin embargo lo que muchos desconocen es que el más grande y uno de los más impresionantes del mundo se encuentra en la Antártida y tiene 13.829.430 km². Posee temperaturas medias inferiores a los 0 grados, con fuertes vientos que arrastran nieve pulverizada. Estas características climáticas sumadas a un suelo rocoso, cubierto permanentemente por hielo, hacen que la vida vegetal y animal solo sea posible en la costa. Entre las aves que se pueden encontrar destacan los pingüinos, gaviotas y cormoranes.

El norte del Ártico en cambio, con 13.726.937 km² y considerado como el segundo más grande del mundo, se compone de grandes desiertos polares que se extienden por Alaska, Groenlandia, Canadá, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Las escasas precipitaciones se hielan debido a las bajas temperaturas creando un permanente manto blanco de nieve congelada. La vida en esta región se reduce a algunas bacterias, musgos y a una decena de especies de animales como los leones marinos, las gaviotas y las focas.

Por su parte, localizado en la franja norte del continente africano, el desierto del Sáhara es el desierto cálido más grande del mundo y el tercero de este peculiar listado. Posee una superficie total de más de 9 millones de km² y abarca partes del territorio de Argelia, Marruecos, Túnez, Sahara Occidental, Egipto, Malí, Níger, Mauritania, Libia, Chad y Sudán. Recorrer las interminables dunas de arena, beber agua en un oasis, contemplar el estrellado cielo y dormir en una típica tienda bereber son algunos de sus principales atractivos. Sin embargo no debemos olvidar que este enclave, cada vez más popular y turístico, es también uno de los lugares más duros del planeta. Durante el día en verano se pueden alcanzar los 55º C y llegar a bajo 0º la noches de invierno.

El cuarto desierto más grande del mundo, el de Arabia, se extiende por las naciones de Yemen, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Jordania, Iraq, pero sobre todo Arabia Saudí. Este enclave de 2.300.000 km² posee dos grandes núcleos de arena: Nafud, con montículos de hasta 120 metros; y Rub al-Khali donde se encuentra el desierto de dunas más extenso del mundo (650.000 km²). Cabe destacar que el ser humano ha residido en estos terrenos desde épocas del Pleistoceno.

Y para finalizar, en la quinta posición de este ranking se encuentran los desiertos de Australia, unas zonas áridas que cubren alrededor de un tercio de todo el país, en total 1.371.000km². Están compuestos fundamentalmente por 9 grandes extensiones entre las que destacan el Gran desierto de Victoria, el Gran desierto de Arena y el desierto de Gibson. En este último se encuentra la mayor población de aborígenes de todo el país, así como otros puntos de interés como la popular formación rocosa Uluru y el monte Olga.

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