Cuatro escenarios donde rodar una comedia en España

Madrid, Barcelona, Sevilla y Guipuzcoa, son los marcos donde se han filmado algunas de las mejores comedias del cine español.

Guipuzcoa
Guipuzcoa / ISTOCK

España es un país que gusta del rodaje de comedias. Y eso, lejos de dar una imagen despreocupada o indolente, es bueno. Nuestro país posee decenas de escenarios donde se han filmado largometrajes que han despertado nuestra sonrisa. Aquí van cuatro de ellos.

Malasaña

Hubo un tiempo en que Madrid acogió el rodaje de algunas de las comedias más divertidas del cine español. Fueron los años ochenta, y los productores y directores buscaban escenarios urbanos que por entonces estaban de moda. Hay decenas de películas que se rodaron en las calles del barrio de Malasaña, desde la plaza de San Ildefonso hasta Corredera Baja de San Pablo para encontrar al final la bulliciosa Gran Vía. Malasaña y su vecina Chueca resumen la imagen más conocida de Madrid. El cine buscaba sus calles, sus últimas tabernas, los negocios de toda la vida y esos bloques de pisos unidos por escaleras y rellanos donde se ha narrado la historia cotidiana de esta ciudad.

Toda Barcelona

En 2007 el cineasta norteamericano Woody Allen rodó Vicky Cristina Barcelona, una postal turística de la capital catalana. Quizá no sea la mejor película del director neoyorquino, pero aquella cinta enseñó al mundo una ciudad pujante, divertida, colorista, culta y sofisticada. El director y su equipo se sintieron cómodos rodando en las Ramblas, en la zona gótica que rodea Santa María del Mar, en el interior de mercados y restaurantes como la Boquería o Quatre Gats, o en lugares donde el modernismo de Gaudí encontró eco como la Sagrada Familia, Casa Milá o el bullicioso parque Güell.

Sevilla típica

Hubo un tiempo en que Sevilla acogió el rodaje de numerosas comedias. Fueron los años setenta, en aquel cine español del desarrollismo, el folclore y los tópicos protagonizados por los actores más conocidos de la época. Luego Sevilla se puso seria y los productores vieron en ella el mejor lugar donde filmar largometrajes de tono histórico e incluso fantástico. Para las primeras películas los directores de localizaciones eligieron los alrededores de la Catedral y la Giralda, en especial el barrio de Santa Cruz, y para los segundos las inmediaciones de la plaza de España y las orillas del río Guadalquivir. Por cierto, que en este último lugar, frente a la Maestranza, se rodaron los últimos minutos de la aclamada ‘Ocho apellidos vascos’.

La costa guipuzcoana

Si hay una película que ha hecho reír en los últimos años es sin duda ‘Ocho apellidos vascos’, dirigida por Emilio Martínez Lázaro y protagonizada por el Dani Rovira y Clara Lago. Zumaia, Getaria, Zarautz y Leitza (Navarra) fueron los pueblos elegidos. El puerto de Getaria sirvió como escenario para la llegada del barco de Karra Elejalde, la carretera entre esta localidad y Zarautz (una de las más bellas del Cantábrico) para los minutos en que Dani Rovira llega al País Vasco y la ermita de San Telmo, en Zumaia, como lugar de rodaje para el frustrado matrimonio de los dos.

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