5 paraísos de nuestra costa en los que bucear

España, con costas que dan al Mediteráneo, al Cantábrico y al Atlántico, es una nirvana para el submarinismo

Litoral de Ibiza
Litoral de Ibiza / Starcevic/istock

Por nuestra extraordinaria situación en el extremo sur de Europa, con costas que dan al Mediterráneo, al Cantábrico y al Atlántico norte y sur, nuestro país es un nirvana para el submarinismo. Nada más y nada menos, que 3.000 kilómetros de costa para practicar el buceo, una de las aficiones más bellas e inquietantes para descubrir el mundo subacuático. Aguas cristalinas, joyas bajo los mares, archipiélagos fascinantes, y una impresionante fauna marina, son los placeres del submarinismo en España, un paraíso para los amantes de las profundidades.

Viajar para bucear, es la mejor excusa para los miles de aficionados y deportistas que cada año recorren nuestro litoral en busca de nuevos fondos. No olvides tu título de buceador, y por supuesto, los conocimientos básicos para practicarlo con seguridad. No te pierdas los 5 paraísos más recomendables para descubrir la biodiversidad y los tesoros que guardan nuestros mares. ¿Con cuál te quedas? Ponte el equipo, y sumérgete

1 Baleares. Pitiusas. Posidonia, el gran tesoro submarino

Todas las Baleares ofrecen magníficos puntos de inmersión, pero Ibiza y Formentera esconden un gran tesoro bajo sus aguas, las praderas de posidonia oceánica mejor conservadas del Mediterráneo. Estas plantas, Patrimonio de la Humanidad desde 1999, son la clave para prevenir la erosión costera, además de algo tan importante como equilibrar la presencia de CO 2 en el mar. Ibiza y Formentera son el hábitat de más de 400 especies de plantas y mil animales como la nacra, el molusco más grande del Mediterráneo.

Sin duda, la Reserva Natural de las Islas Pitiusas es probablemente uno de los mejores sitios del Mediterráneo para inmersiones, por sus aguas cristalinas y por su increíble luminosidad. El paisaje marino, con túneles, cuevas y paredes submarinas, es impresionante y en él, es fácil encontrar algún mero, esquivas morenas, barracudas, despistadas langostas, y abundantes castañuelas. Sin duda, una delicia para los amantes de este deporte, y para los aficionados a la fotografía.

Ibiza cala
Ibiza cala / Starcevic/iStock

2 Almería. En busca del barco hundido en Cabo de Gata.

Bajo las aguas que bañan el Parque Natural del Cabo de Gata, a menudo bastante frías, se esconden algunos de los mejores fondos marinos de esta franja del Mediterráneo, con callejones o desfiladeros de piedra de origen volcánico que forman unos característicos pasillos. Con aguas sorprendentemente cristalinas, el Parque Natural almeriense es un destino ideal para practicar snorkel, ya que a escasos metros de la orilla se pueden ver bancos de peces. Y un poco más al fondo, entre paredes de piedra, aparecen enormes bancos de arena y grandes colonias de posidonia.

Para los más expertos en buceo, una de las inmersiones más espectaculares es la del vapor Cabo de Gata, un barco de cien metros de eslora, varado a 40 metros de profundidad, en Punta Baja. Para los menos atrevidos son aconsejables las inmersiones en la Piedra de los Amarillos, y en la zona de la Amatista. Como el área es Reserva marina, resulta necesario un permiso para practicar buceo con equipo autónomo, que se puede tramitar en la Subdelegación del Gobierno, en las oficinas del Parque, o en los Clubs de buceo de la zona.

3 Girona. Nadar en las islas Medas entre meros de 30 kilos.

Si hay un lugar emblemático para el buceo en España, ese es la Reserva Marina de las Islas Medas. Este pequeño archipiélago de siete islas se encuentra a menos de una milla de distancia del puerto de L’Estartit, que casi es una prolongación submarina de la sierra del Montgrí. A partir de una zona vedada a la pesca se creó en 1990 una reserva marina para preservar la rica flora y la abundante fauna de sus fondos, representativa de la mejor biodiversidad mediterránea.

Las Islas Medas son, sin lugar a dudas, uno de los destinos emblemáticos del buceo en nuestro país. Nada más meter la cabeza se ven grandes bancos de peces, así como su magnífica población de meros, con ejemplares que alcanzan los 30 kilos de peso, que sin duda, impactan a primera vista. Doradas, sargos, barracudas, brótolas, peces luna, escórporas, y un sinfín de grandes y pequeñas especies, acompañan las inmersiones en esta Reserva Marina catalana. Además guarda en su interior cuevas de gran belleza como la de La Vaca, el túnel de Dofí, o el pecio del Reggio.

Islas Medas
Islas Medas / J2R/iStock

4 Canarias. La calma absoluta en la isla del Hierro.

Su ubicación en el Atlántico sur, su morfología de isla volcánica, su escasa población, y la escasa explotación industrial de El Hierro, hacen de esta isla canaria uno de los mejores destinos de buceo de Europa. La claridad de las aguas herreñas, con visibilidad de hasta 50 metros, sus paisajes submarinos, y la posibilidad de bucear junto a peces lunas, mantas diablo, y con suerte, tiburones y tortugas, hacen de El Hierro un paraíso para los amantes de este deporte.

El lugar más famoso para inmersiones es la Reserva Marina del Mar de las Calmas, al sur de la isla, frente a la pequeña población pesquera de La Restinga. La zona, que está protegida de la corriente fría de Canarias por lo que conserva una temperatura media todo el año de 21ºC, ofrece un área de aguas tranquilas, y fondos submarinos volcánicos, donde la lava ha formado mágicas cuevas y veriles.

5 Pontevedra. Islas Cíes, el paraíso Atlántico.

Bogavantes, centollos, pulpos, esponjas, caballitos y estrellas de mar gigantes pueblan los fondos marinos de las Islas Cíes y sus alrededores, dentro del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. Esta zona es famosa por los restos de barcos que a lo largo de la historia naufragaron en esta parte de Galicia. Uno de los más visitados es el Achondo Ondarribia, que duerme a unos 38 metros de profundidad frente a la península de Monteferro. Sus fondos marinos, algo fríos, son de un inmenso valor ecológico, y desde luego, uno de los mejores lugares para hacer inmersiones de toda la costa gallega. No hay que olvidar que si se bucea con equipo autónomo, hay que solicitar autorización.

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