Turismo de póker: viajes que salen a devolver

No son pocos los que viajan persiguiendo sus sueños. En este caso: ganar un torneo de póker. Echa un vistazo a estos que ahora te contamos.

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Poker / ISTOCK

Del mismo modo que hay quien se hace cientos de kilómetros para comer un chuletón o para ver un musical, hay quien toma un avión para echar una partida. Son los turistas del póker, una creciente tropa que combina playa, cultura y naipes en sus vacaciones. Desde que se impuso la adictiva modalidad texas hold’em la oferta para amateurs se multiplicó. En España hay tres destinos principales: el Casino de Marbella, el de Madrid y el de Valladolid, que recientemente se ha trasladado al centro de la ciudad y ofrece torneos diarios.

Las agencias de viajes cuentan con paquetes especializados también. Entre ellos destacan los periódicos cruceros de póker, como los de Royal Caribbean, que cuenta con su propio torneo el Royal Poker Tournament, que todavía se puede reservar en diciembre en el Allure of the Seas que parte de Fort Lauderdale. El viajero jugador, mimado por los destinos por su alto poder adquisitivo, tiene su meca en el campeonato mundial, el WSOP de Las Vegas, que reúne a miles de jugadores durante dos meses en los que se celebran, además del torneo mundial, decenas de competiciones.

Los mejores torneos a los que viajar

El WSOP Europa es la versión cercana del clásico de Las Vegas y este año se celebra en Rozvadoz (República Checa) del 19 de octubre al 10 de noviembre. En Asia cuentan con el Asia Pacific Poker Tour, que se reparte por varias sedes entre las que destacan Macao, Seul, Manila y Melbourne. Por su parte, el World Poker Tour, que nació en Estados Unidos, es un potente torneo que viaja tanto como unos Juegos Olímpicos: en 2017 se ha celebrado en Holanda. Otro de los campeonatos más potentes es el Pokerstars Championship que se estrenó el año pasado reuniendo el European Poker Tour y el Caribbean Adventure en un solo evento global con múltiples sedes. Este año, contará con una última parada en Praga, en diciembre. Por su parte, el Pokerstars Festival ofrece más paradas: Corea, Lille, Manila, Bucarest, Uruguay y Dublín. Las fechas se pueden consultar en www.pokerstarslive.com.

Las Vegas, la sede mundial del póker

El clásico de los clásicos para un viaje de póker es Las Vegas. Sus mejores salas son las de Bellagio, consideradas la meca del póker y el lugar en el que se dirimen las partidas de apuestas más altas. En su Bobby’s Room la cuota de ingreso es de 20.000 dólares y existe una partida, El Gran Juego, que empieza con ciegas de 8.000 dólares. Por su parte, Caesar's Palace ofrece cinco torneos de póker al día, además del spa con termas romanas y las tiendas de lujo (de Ferragamo a Gucci) que lo han hecho famoso. Aria, Wynn, Mirage y Venetian son los otros casinos que se reparten a los jugadores.

Pero Las Vegas es juego a lo grande y llega mucho más allá que el poker. En el MGM Grand, el hotel más extenso con el casino más grande de la ciudad (16.000 metros cuadrados), se juega a los peliculeros dados, con partidas que reúnen multitudes de animadores espontáneos alrededor. Por su parte, El Palazzo es un bar con barbacoa que cuenta con la mayor casa de apuestas. 100 televisores y una pantalla de 5 metros de ancho se sitúan frente a los palcos en los que los apostadores siguen las competiciones. La otra jugada clásica de la ciudad del desierto son las tragaperras, que tienen su sede principal en The Palms. Sus fiestas en la piscina y su índice de premios superior han contribuido a su fama.

Macao y Singapur doblan la apuesta

En Asia, el juego se lo reparten entre Singapur y Macao. Singapur es un recién llegado: abrió sus primeros casinos en 2010. Enseguida, escaló posiciones entre los jugadores vip que apuestan fuerte. Y fue sobre todo gracias a sus instalaciones: el Marina Bay Sands y al Resorts World Sentosa. El modelo de Singapur, que era el que se pretendía aplicar en el difunto proyecto madrileño de Eurovegas, incluye complejos de hasta 560.000 metros cuadrados con dos teatros y una pista de patinaje sobre hielo. Su facturación rondó los 4.000 millones de dólares el año pasado.

El otro gigante asiático es la excolonia portuguesa de Macao, el puerto oriental del juego desde el siglo XIX. Las partidas más altas del mundo se juegan en el Wynn Macao, mientras que el lugar para perderse es el Venetian, un edificio de 40 pisos con 7 resorts y el casino con la mayor superficie del mundo. Para alejarse de las cartas un rato, pero sin dejar de jugar, hay que acercarse al canódromo urbano, donde los apostadores de fin de semana crean un ambiente popular y hasta verbenero.

Carlo, Monte Carlo

El clásico absoluto europeo es el Casino de Montecarlo, un lugar en el que son inevitables las referencias bondianas. Mónaco es ese lugar de veraneo donde se renueva el enigma del huevo y la gallina. ¿qué fueron antes, los millonarios o los casinos? El propio local de juego es un espectacular edificio consagrado al lujo y a las apuestas altas en el que destaca la decoración modernista de la Salle Blanche, obra de Paul Jean Gervais.

Su principal atractivo es el ambiente. Con suerte, el jugador comparte mesa con una clientela cosmopolita y de campanillas. Alrededor del Casino, en el Círculo de Oro, se ubican tiendas como las de Cartier, Bvlgari y Choppard. El cercano Hotel de París cuenta con uno de los restaurantes más solicitados del mundo, el Louis XV, con Alain Ducasse como chef y tres estrellas Michelin como garantía de que aquí todo se hace a lo grande.

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