Lunas de miel: Playas del Caribe

Todo un clásico donde cada cual es muy dueño de optar por una Luna de Miel en los todo incluido de Punta Cana, Varadero o Cancún.

Jade Mountain en Santa Lucía
Jade Mountain en Santa Lucía

El Caribe es mucho Caribe y siempre da mucho más de sí de lo que se espera. Si en destinos tan populares como República Dominicana pueden elegirse escondites menos trillados como la preciosa península de Samaná y, en la Riviera Maya mexicana, arenales tan solitarios y ajenos al turismo de masas como las playas más al sur de Tulum, tesoros como La Habana (Cuba) y Cartagena de Indias (Colombia) ofrecen mucho más que sol y buen ron gracias al plus impagable de sus respectivas ciudades coloniales. Y la cosa no ha hecho más que empezar, ya que todavía queda por delante todo el universo del Caribe no hispano. Desde Jamaica, una favorita de los hoteles que solo admiten parejas, hasta los exclusivos resorts de las Bahamas, Bermudas, Turks Caicos, la por otra parte tremendamente auténtica islita de Santa Lucía y tantas más del arco antillano como St. John, St. Barth o Necker Island, la isla privada que sir Richard Branson alquila a quienes pueden pagar los 26.500 euros -por pareja y semana- que cuesta la habitación más modesta de su refugio caribeño.

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Boda en el paraíso

Puede tratarse de un enlace simbólico -sin papeleos ni validez real- o un contrato con todas las de la ley, para lo cual habrán de proporcionarse con antelación todos los documentos que solicite el país. Los trámites los facilitan los hoteles -en el Caribe hay cientos de ellos- con departamentos específicos para organizar bodas in situ. Entre los españoles no está demasiado extendido eso de casarse en el mismo lugar donde se celebra la Luna de Miel, pero darse el Sí quiero en una playa ante un puñado de íntimos o sin testigo alguno apunta como una alternativa para evitarse el gasto del banquete y sus engorrosos "¡Que se besen!", amén de tener que invitar sí o sí a la tía Rufina.

Hoteles para una vez en la vida

Round Hill

El escondite jamaicano al que huyeron Jackie Bouvier y el presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy (JFK) en su Luna de Miel. La vivieron exactamente en su villa número 10, con piscina privada y unas vistas impactantes sobre la vegetación y el mar de Montego Bay.

Le Toiny

Hiper chic Relais Châteaux en la islita de St. Barth con solo quince villas de estilo colonial francés, todas con piscina privada y unas vistas que son la viva imagen del trópico.

W Kanai Retreat

Este recién llegado a la Riviera Maya mexicana, que abrirá sus puertas el próximo mes de julio, promete romper todos los esquemas. No podría ser menos ya que de este proyecto responde el Premio Pritzker de Arquitectura Richard Meier. Se convertirá en lugar de referencia del centro turístico de Kanai, enmarcado entre manglares enormes y playas prístinas.

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One Only Ocean Club

Un centenar de villas y suites con verandas entre los jardines y el mar, y un ejército de discretísimos mayordomos ocupándose del menor detalle que necesite la pareja en esta antigua plantación de las Bahamas que ha sido reconvertida en un hotel de exquisito clasicismo.

Jade Mountain

Enfrentado a los pitons, los icónicos picachos que se alzan sobre el Caribe en la islita de Santa Lucía, las vistas son sin dudarlo el fuerte de este escondite de tan solo 24 suites-santuario que cuentan con hasta piscina privada descolgándose por una ladera entre la vegetación.

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