Casas rurales de Canarias

El otoño es una época perfecta para realizar un viaje al archipiélago canario y descubrir a fondo sus islas, Parques Naturales, viñedos, senderos, volcanes... Su paisaje interior bien merece una escapada en busca de esos lugares donde se respiran todas sus esencias. Y como en casa, en ningún sitio. 

Exterior de La Asomadita
Exterior de La Asomadita / unknown

Fue a principios del siglo XIX cuando un rico hacendado local decidió construir su residencia estival frente al valle Fenauso, en un idílico enclave a solo unos pasos del Parque Nacional de Timanfaya. Lo que entonces era una casona rústica, muy al estilo de la arquitectura lanzaroteña de aquellos tiempos, vive hoy una segunda juventud gracias a la rehabilitación que de ella han hecho “tres locos del arte”. Al contemplarla por fuera nadie podrá imaginar lo que La Casona de Yaiza propone por dentro: todo un viaje al Renacimiento italiano. Es casi un museo, con una galería en el lugar que antes ocupaba el aljibe de piedra. El mobiliario y las pinturas que decoran los techos de las habitaciones constituyen un conjunto armónico que contrasta con el aspecto salvaje y volcánico del entorno. Es precisamente el compromiso total con el paisaje de Lanzarote lo que llevó a Lorenzo y a Mayca a abrir en el antiguo almacén de una finca vitivinícola de La Geria un complejo diferente, el Buenavista Lanzarote Country Suites, muy recomendable para parejas. La decoración minimalista de sus dos apartamentos (Ala Este y Ala Oeste) permite a los huéspedes no distraerse con nada y disfrutar en silencio de todo aquello que la vista logra alcanzar. Atención a los detalles: los viñedos ayudarán a diferenciar el interior del exterior, tan mimetizada como está la casa con la Naturaleza que la rodea. Piedra, madera, barro, cal y vidrio son las únicas fronteras.

La Casona de Yaiza

Habitación de  La Casona de Yaiza.

/ Viajar

En piedra volcánica está construida la casa majorera que alberga hoy el Hotel Rural Mahoh, en La Oliva (Fuerteventura). Mahoh en guanche significa “mi tierra, mi país” y es, además, el nombre de un grupo ecologista de la isla, una filosofía que comparte el hotel. Dispone de nueve habitaciones de decoración rústica y de un restaurante que apuesta por la tradición. En la carta, pescado capturado en la Bocaina –brazo de mar que separa Lanzarote, Isla de Lobos y Fuerteventura–, papas arrugadas con mojo, sancocho, pulpo... En el mismo lugar en el que en sus tiempos funcionaba un molino de gofio abre sus puertas el restaurante de Casa Isaítas, antigua vivienda construida en piedra vista, con paredes encaladas y balcones de madera. Situada en Pájara, cuenta con cuatro habitaciones y dos patios para tomar algo en cuanto cae el Sol; por ejemplo, una tabla de quesos artesanos.

Buenavista Lanzarote Country Suites

Vistas desde el apartamento del Ala Oeste del Buenavista Lanzarote Country Suites, en La Geria (Lanzarote).

/ Viajar

La autenticidad es lo que buscan quienes se decantan por hacer un poco de turismo rural en las islas Canarias. Uno de esos sitios que nunca defrauda es La Burbuja, toda una sorpresa en el municipio grancanario de Moya. ¿Y por qué? Pues porque se trata de una casa-cueva, moldeada por la propia Naturaleza, por mucho que a principios del siglo XX le fueran añadidas dos habitaciones. Rodeada por plátanos e higueras, su fachada blanca apenas se intuye entre la exuberante vegetación. Esta vivienda típica isleña ha sabido adentrarse en los nuevos tiempos con la incorporación de cosas tan prácticas y apetecibles como el jacuzzi de la azotea, donde olvidarse de todo. Vivir sin prisas, al menos por unos días, es lo que sugiere a sus clientes La Asomadita, una casa rural en el valle de Agaete, también en Gran Canaria, desde cuyas ventanas se contemplan estupendas vistas. A un lado, el Parque Natural de Tamadaba; al otro, el Océano Atlántico. El edificio fue construido en 1950 y conserva ese encanto que siempre conlleva lo antiguo, que se siente de forma muy especial en el patio central, cubierto a dos aguas, con el suelo y la escalera de cantería originales. Junto a él, en la planta baja, el salón con chimenea es uno de los lugares preferidos por los huéspedes, que disponen, en la planta superior, de cuatro habitaciones dobles.

Escultura en Poblado Jirdana

Escultura en Poblado Jirdana, un conjunto arquitectónico tradicional de El Hierro, con más de 170 años de antigüedad, reconvertido en una especie de resort verde.

/ Viajar

En el archipiélago canario existe una categoría hotelera que distingue a aquellos establecimientos ubicados en edificios históricos que cuentan en su interior con elementos culturales o artísticos que ayudan a reforzar su valor. Son los hoteles emblemáticos. Uno de ellos es Casa Casilda, en Tacoronte (Tenerife), a 10 km de La Laguna, que encuentra acomodo en una vivienda del siglo XVIII. Sus habitaciones con vistas al jardín son una delicia, como lo son también la biblioteca, sus coquetos salones y sus alrededores, repletos de viñas. Sin salir de la isla nos gusta, y mucho, todo lo que rodea al Hotel San Roque, en Garachico, con una piscina volcánica excavada sobre la lava volcánica, y a La Quinta Roja, en la misma localidad, en una casa palacio que aún conserva el artesonado barroco de sus maderas. Aunque para entorno, el de la Casa Rural Los Patos, a las puertas del Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera. Este será un buen centro de operaciones para hacer alguna ruta senderista, que apetece siempre preparar en la terraza, frente al monte de laurisilva. En la casa predomina el estilo rústico propio de Canarias, con la madera, las paredes de piedra y la teja como protagonistas. Cuenta con tres dormitorios dobles y una huerta ecológica.

Casa rural El Pósito

Casa rural El Pósito, que es además un lugar maravilloso para contemplar estrellas. 

/ Viajar

De forma íntegra se alquila también El Pósito, en la Villa de Mazo, en la isla de La Palma. Con capacidad para alojar hasta seis personas, esta es una casona de porte señorial que en alguna época ya lejana sirvió de silo. Las estancias se distribuyen en dos plantas, de paredes limpias, simplemente encaladas, en las que destacan las oscuras carpinterías de las ventanas. Un aliciente para los amantes de la astronomía: este es un sitio maravilloso para contemplar las estrellas. Un lugar de esos en los que uno parece estar fuera de este mundo, sensación que compartirán quienes se alojen el Poblado Jirdana, un conjunto arquitectónico tradicional de El Hierro, con más de 170 años de antigüedad, reconvertido en una especie de resort verde, formado como está por diferentes casas rurales, de uso exclusivo o compartido. La Naturaleza en su estado más puro espera aquí a los huéspedes, que solo tienen que buscar en el mapa el pueblo de Isora para comenzar a soñar.

Síguele la pista

  • Lo último