Mediterráneo, 10 islas donde sentirlo

Corfú, GreciaTras los pasos feliceswww.visitgreece.grEn esta isla parece reinar un aura de felicidad. Cierto que la mitología asegura que en Corfú Poseidón tuvo sus amoríos con la ninfa Córcira. También aquí Gerald Durrell escribió su trilogía de Corfú, el relato de una infancia feliz –Mi familia y otros animales (1956), el primero– que transmite con intensidad la naturaleza y la vida local.Con una vegetación lujuriosa y un notable contraste entre un interior intacto y una costa variopinta, la moderna Kerkira aún mantiene ese aire ingenuo y adorable que enamoró al dios del mar y a todos los que hayan leído las novelas de Durrell. Desde lo alto, la costa este mantiene el charme de las tabernas al borde del agua, con un paisaje tranquilo donde abundan buganvillas, hibiscos, almendros y olivos.En la costa oeste, por el contrario, el balneario de Paleokstritsa invita a practicar deportes acuáticos y proseguir hacia playas más concurridas, resguardadas por acantilados, plantaciones de limones y cipreses. La de Mirtiotissa es de difícil acceso y cuenta con zona nudista. Le siguen en demanda las playas de Glyfada, de gran tamaño; la de Pelekas, con un bello atardecer, y la de Agios Gordios, que combina arenas doradas con acantilados y montañas verdes.Junto a las villas de Kontoli y Komeno, o el puerto de Gouvia, en la ciudad de Corfú, no hay que dejar de visitar el Museo Bizantino ni el Arqueológico. Dionisio Solomós, autor del himno nacional griego y fallecido en Corfú, posee también un museo.• Para dormir. Para vivir al estilo Durrell, nada como la casa del siglo XVII Fundana Villas (doble, 75 €). En Corfú, está el Cavalieri (desde 110 €).• Dónde comer. En Corfú, prueba la pastitsada (ternera asada) y el pulpo de Aegli (Kapodistriou. Desde 18 €) o Antranik (Arseniou 19 ).•No te pierdas. Una excursión a Vlaherna y Pondikonissu, una noche de clubbing en Kassiopi y una sesión de windsurf en la playa de Avlaki.• Recomendado. Hay que visitar la Villa Achilleon (autobús 10 Plateia-San Rocco. 9 a 16 h. 7 €), construida en 1891, un palacio de verano de inspiración neoclásica teutona.

Hvar, CroaciaEl color de la lavandacroatia.hrPara unos es la Madeira de Dalmacia; para otros, la Saint-Tropez del Adriático. Para todos, una isla mágica a la que se llega en ferry desde la imperial Split. Sin duda, es el nuevo tesoro que convierte la costa croata en uno de los destinos rentables y cool del panorama vacacional: el spot con sol y gente guapa, mejores hoteles, llena de un encanto mediterráneo que huele a esa intensa variedad de lavanda –lavandine– que se cultiva en sus campos, buen vino ecológico y mejor aceite que se utiliza en sus asados marinos, sencillos y primordiales. Las aguas translúcidas, los campos inmaculados y un centro portuario que mezcla la jet set de incógnito con las lindes de naturaleza mediterránea intacta y una vida nocturna que recuerda a la Ibiza de los años 60 son el secreto de esta máquina de hacer dinero.La fórmula resulta fácil: durante el día, bañarse en la costa o pasear por el centro de Hvar. Protegida por la ciudadela, se puede caminar entre palacios góticos, callejuelas con suelos de mármol llenas de restaurantes y tiendas hasta el mercado y el Arsenal (transformado en galería de arte). Y por la noche, dejarse ver por los locales y terrazas que cambian el aspecto de la ciudad de Hvar, siguiendo la estela de la música y el brindar de las copas de cóctel.Aunque la orografía estilosa que impera, acaso por su inocente indolencia, también se merece una escapada hacia la cercana Stari Grad, donde atracaron los griegos en el siglo IV, dedicada a la navegación y donde cada año crecen las residencias privadas. Allí se levanta su estupendo monasterio dominico (siglo XV), donde tienen un cuadro de Tintoretto en el mismo refectorio.El camino hacia Jelsa, a través de densos bosques de pinos, mucho menos concurrido, deja a la vista una isla alejada de los circuitos turísticos, casi alternativa. Los más atrevidos, pueden realizar una excursión a las protegidas islas Pakleni, aptas para nudistas.• Para dormir. Con vistas al puerto de Hvar, Riva (desde 243,95 €) es un canto al diseño con fotografías en blanco y negro y tonos rojos. Las mejores vistas se obtienen desde el Hotel Amfora (desde 249,90 €), que comprende el exclusivo spa Les Bains.• Dónde comer. A lo largo de la calle Petra Hektorovica se suceden locales recomendables como Luna, Konoca Menego o Macondo. En todos, predominan los pescados a la brasa, regados con blancos locales.• No te pierdas. Las vistas del casco antiguo de Hvar con las islas Pakleni al fondo, que se divisan desde lo alto de la ciudadela veneciana (de 8 a 24 h.); incluye una sala de hallazgos de épocas romana y griega.• Recomendado. Un paseo en barco por la zona, una ruta en kayak con luna llena o un paseo por el interior de la isla y sus campos de lavanda siguiendo uno de los programas de Hvar Adventure, al lado del teatro en el puerto.

Creta, GreciaEn busca del laberintowww.visitgreece.grHay quien llega a la mayor isla griega con una clara sobredosis de mitología. Unos van directos al Heraclión, cerca de Cnosos, para reconocer la casa del Minotauro y su laberinto. Otros van de cabeza a las cuevas de Dictea e Idea, dos de las más visitadas. En la primera de ellas, según la leyenda, Rea dio luz a Zeus; en la otra, lo protegió de Cronos. Ambas son lugares de peregrinaje para la cultura clásica. Entre palacios minoicos y lugares simbólicos de sus 4.000 años de historia agitada, la isla de Creta da mucho de sí para desbordar a varios mitómanos energéticos. También su paisaje mediterráneo y sus playas la han convertido no en un lugar emblemático, sino en un destino en sí misma.Los cambios de paisaje son su gran especialidad: en un momento uno puede estar paseando por el valle de Amari, saboreando su famoso licor de cerezas o contemplando los frescos de sus iglesias paleocristianas; y una hora después, estar tumbado al sol en un resort de la costa con un refresco en la mano. Una de sus herramientas para que así ocurra es la autopista que enlaza la ciudad de Chania –un punto clave para recorrer la parte occidental, donde no hay que perderse su Mercado y su Museo Arqueológico– con Ayios Nikolaos.El gran secreto cretense consiste en practicar una tozuda resistencia a perder su identidad, que ha probado ser efectiva a lo largo de los siglos. Así conviven en armonía elementos tan dispares como las ruinas del palacio de Festos con los complejos hoteleros de Agia Pelagía, y los trayectos en autobuses hacia la playa con la vida tranquila en el este de la isla, donde poblaciones como Aspros Potamos o Palaikastro exhiben un sentido más que rústico de la vida.Creta cuenta con zonas naturales protegidas y lugares vírgenes como Balos y Falásarna, un arenal blanquecino con aguas turquesas donde tomar el sol en soledad.• Para dormir. En la costa, el Daios Cove Luxuri Resort Villas (desde 249 €), cerca de Agios Nijolaos, cuenta con playa privada. En Chania, Doma (doble, 95 €) es una mansión del XIX decorada con estilo; incluye desayuno casero. También ajustado de precio es el coqueto Palacio di Pietro (desde 94 €).• Dónde comer. El restaurante Brillant (precio medio, 30 €), en Iraklion, dentro de un hotel boutique, es una interesante apuesta gastronómica. Un lugar donde la vista de Chania y Bahía Soudha resulta espectacular es Nykterida (desde 20 €).• No te pierdas. La vista desde el Marina Café de la Bahía, con el arsenal veneciano en primer término, iluminado al anochecer, bien merece una copa tranquila.• Recomendado. El Palacio de Cnossos (autobuses desde Iraklion. 6 €) y su laberinto conforman un tesoro arqueológico de gran valor.

Mikonos, GreciaEl blanco es chicwww.mykonos-web.comywww.visitgreece.grLa reina de las Cícladas se vanagloria de contar con más de 365 iglesias, una por cada día del año. Seguro que reza, mas también practica desde los años 60 la diversión transgresora como penitencia. Caída en cierto aire demodé tras eclosionar como destino gay y masivo en los 90, hoy se reinventa con aire minimal, orientada al público de alto poder adquisitivo. De hecho, está considerada la más cara y exclusiva de las islas del Mediterráneo helénico.La gente guapa como la top model Gisele Bundchen o el actor Leonardo di Caprio no sorprenden a nadie si deambulan tal cual con sus amigos rodeados de paparazzi para cenar sushi y luego tomar algo en el Sea Satin o dar una vuelta por el pintoresco barrio de la Pequeña Venecia, en Hora, construido sobre el mar en estilo veneciano. Sus balcones de madera y ventanas de colores, ocultan los bares de moda de la isla. La fiesta en Mikonos no tiene hora de caducidad, y forma parte del ritual el ver amanecer recortándose sobre su estampa de típicos molinos, una vez que la luz diurna ha iluminado su laberinto de casas e iglesias encaladas.Aguas translúcidas, yates que surcan la costa, playas idílicas y tiendas internacionales donde comprarse desde un Chanel a un Patek Philippe olvidado. Tras su renovación con nuevos hoteles, restaurantes y dj''s, Mikonos ha recobrado un brío sofisticado; de ella emana ese porte que atrae a las celebrities.Nombrada de acuerdo a un descendiente de Apolo, su nombre evoca un lugar volcado al mar y la buena vida, de atmósfera multicultural. La mejor opción es relajarse durante el día o practicar algún deporte en los arenales de Ftelia y Platys Gialós –donde se puede realizar esquí acuático o surf– o tumbarse simplemente al sol en las playas del sur. Muchas tienen acceso en lancha o kaíkia desde Agios Stefanos. La playa de Paradise tiene ambiente juvenil, y la de Elia es más familiar (aunque hay zona naturista). En las de Paradise y Superparadise se impone el culto al cuerpo y un ambiente gay, respectivamente.• Para dormir. En Hora, el Andronikos Hotel (desde 195 €) ofrece la estética chill de nueva generación que reina en la isla. Otras opciones incluyen el Apanema Resort (desde 180 €) y el chic Belvedere; este último aloja el conocido restaurante Nobu Matsuhisa Mykonos.• Dónde comer. Romántica y serena, la ubicación del Aqua Taverna (Little Venice. De 18 a 35 €), en Hora, no tiene competencia; la comida del día es deliciosa. Otro local asequible y popular es Antonini´s (Plateia Manto).• No te pierdas. Un lugar menos masificado que se encuentra al noroeste de Chora: Agios Sostis; es una playa tranquila, con unas aguas espléndidas para darse un baño.• Recomendado. La playa de Psarou es la elegida por los famosos para dejarse ver y el lugar perfecto donde acaso encontrarse con ese actor de moda.

Cerdeña, ItaliaAl modo sardowww.sardegnaturismo.itywww.enit.itLa herencia peculiar de esta tierra –que integra en su adn material italiano, aragonés y hasta austriaco– no se libra de cierto misterio, bien descrito en la novela de Salvattore Satta El día del juicio. Publicada en los años 70, este éxito de ventas narra las aventuras de una familia aristocrática de juristas que tiene contactos con el más allá y deja al aire el modo peculiar de ser de esta isla, que es italiana a su manera, habla un dialecto romance, canta sus tonadas de tenor peculiares y tiene un tipo de sotobosque –el maquis– que le ha servido de claro protector durante las frecuentes invasiones padecidas a lo largo de su historia.Navegar por su Costa Esmeralda, al norte, y tumbarse al sol de los arenales de Orosei a Capo Comino se ha revelado como un nuevo acto hedonista, descubriendo para el turismo una flora autóctona especial –sobre todo en el Parque Nacional de Gennargentu– y un pueblo de fuertes tradiciones. Su inmensa energía proviene de un paisaje intacto, apenas explotado en las últimas décadas por los rodajes de los conocidos spaghetti westerns de Clint Eastwood.En los últimos años, la costa sarda despega como destino de turismo activo. Junto a las visitas en barco a calas aisladas en torno a Arbatax, o la zona sureste de Baia Chia y Oristano, ahora abundan las opciones de windsurf en Porto Pollo, el buceo en isla Budelli, y el trekking entre Bosa y Alghero, por donde se realizan rutas a caballo.Los mismos cantos rodados que aparecen en las playas se utilizan como material constructivo para las vallas con que se divide el paisaje campestre y con el que se han construido hasta fortalezas defensivas. Así puede apreciarse en la estampa de Cagliari, con el Castello y la Torre del Elefante, de 1307, destinada a mantener a raya a los aragoneses y que evoca de modo brillante la estampa de Jerusalén. En la costa oeste, no hay que dejar de dar un paseo por el casco antiguo de Alghero, la ciudad más española de la isla, donde algunos restaurantes sirven platos de pescado de inspiración catalana.• Para dormir. Mientras los millonarios se quedan en la Costa Esmeralda, elige en el centro histórico de Alghero el Big Fish BB (doble, desde 35 €), económico y con buena sintonía. O el San Francesco Hotel (desde 78 €), un antiguo monasterio de 1300.• Dónde comer. Nada como la cocina sencilla y asequible de Al Tuguri (Via Maiorca, 113. Alghero) y sus taglierini con alcachofas o los linguine con ricotta, tomates y rucola.• No te pierdas. Una travesía en barca (13 €) a la Grotta di Nettuno, cerca de Alghero, para luego bajar los 654 de la escalones de la Escala del Cabirol o escalera de la Cabra para admirar unas formaciones cársticas únicas.• Recomendado. Una excursión a la antigua ciudad fenicia de Nora (autobuses desde Piazza Mateotti, en Cagliari. Entrada: 2,5 €). Las ruinas incluyen un teatro romano, un templo de Tanit y varias iglesias medievales.

Rodas, GreciaUna fórmula colosalwww.rodosisland.grywww.visitgreece.grLa ínsula más extensa del archipiélago del Dodecaneso luce con un porte colosal. Y ya no es cuestión de rememorar la leyenda del Coloso –aquella gigantesca estatua de Apolo que protegía la isla, considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo–, sino de los irresistibles atractivos con que figura como una de las islas favoritas del turismo actual: ruinas medievales de los Cruzados, comida deliciosa, estupendas playas y una animada vida nocturna que casi compite con la de Atenas. Con todo, es mejor evitar durante la happy hour las aglomeraciones de ingleses en Faliraki.En su origen, Rodas estaba dominada por las ciudades-estado de Lalissos, Kamiros y Lindos, que hoy conservan un porte monumental. El centro de Rodas capital tiene un punto turístico agradable en torno al puerto de Mandraki. Está conformado por una ciudad medieval de calles empedradas, fortalezas y edificios tan bien rehabilitados como reformadas sus murallas y fortalezas. El Palacio de los Grandes Maestres de la Orden de San Juan, destruido por una explosión en 1856 y reconstruido en los años 40, así como el Hospital –que alberga el Museo Arqueológico–, el Palacio del Arzobispo, la iglesia de la Anunciación y el Instituto de Biología Marina conforman un itinerario básico que recuerda en algunos momentos a la capital de Malta por su magnificencia templaria. Además de una concentración más moderna en la calle de Sokratos, por sus calles brotan talleres de artesanos y tiendecitas gremiales. La acrópolis de Lindos y el monasterio de Tharry, con sus soberbios frescos bizantinos, resultan cautivadores. Por cambiar de cadencia, sólo hay que seguir el soniquete chill que brota de sus 28 playas o buscar la adrenalina de Prassonissi, uno de los paraísos del windsurf europeo.• Para dormir. Los sueños medievales están garantizados en San Nikolis Hotel (Hippodamou, 61). Apolo Tourist House (desde 50 €) es una pensión preciosa, situada en un edificio del siglo XV en la ciudadela.• Dónde comer. Delicioso atún adobado con fenugreco, alubias con algarroba y otras delicias típicas se sirven en Mavrikos (Lindos. Tlf 00 30 22 44 03 12 32. 25 €), un templo de la gastronomía con 70 años de historia y clientes como los Pink Floyd, Rockefeller o los Onassis.• No te pierdas. Los baños turcos de Mustafa Pasha Hamman (platia Aronos) tiene zonas separadas para hombres y mujeres y recoge una tradición del siglo XVI.• Recomendado. El Museo Arqueológico de Platia Mousiou guarda reliquias clásicas que rememoran la fundación de la ciudad de Rodas.

Y 5 ISLAS DONDE PERDERSE DEL TODOLa fórmula antiestrés más antigua y eficaz de poner tierra de por medio se mejora con el recurso acuático. Será difícil que nos encuentren en estas islas menos habituales, ya que su fama circula como recurso entre los adictos a las desapariciones temporales. Estos paraísos cercanos son perfectos para desaparecer en un primer arrebato. Luego, quizás ya uno no quiera ser descubierto.Tilos, GreciaPara perder el tiempo al estilo tradicional. Población: 300 habitantes versus 3.000 cabras. Tres hoteles y algunas casas de alquiler por Internet. A apenas unos kilómetros de la costa turca, cuenta con tres núcleos donde relacionarse con otros seres humanos: Livadia, donde el planazo es jugar a las cartas bajo la higuera; Megalo Chorio, que se rodea de varios castillos; y Micro Chorio, donde en verano abre el único bar. Una gran parte de la isla y su entorno han sido catalogados como parque natural.Magdalena, Italiawww.lamaddalena.comNo una, sino siete islas conforman este abanico de perlas marinas –todo el archipiélago está declarado parque nacional– que flotan sobre el Tirreno. Este rincón de Cerdeña se ha convertido en el capricho de millonarios romanos y otros famosos. Lo normal es que vayan en sus yates, aunque hay hasta un vuelo de la low cost EasyJet que conecta con Olbia, en la Costa Esmeralda. Hay un Club Med en Caprera y un Valtur Resort en Santo Stefano. La única población es La Maddalena; el resto, un paisaje impoluto que se recomienda recorrer en barca.Lopud, CroaciaA apenas 20 kilómetros de Dubrovnik, desde donde se accede en ferry. No existen coches en esta isla de 220 habitantes. Para variar, predominan las playas de arena fina, sobre todo en Sunj, junto con las aguas transparentes y deliciosas propias de la zona. Se pueden hacer recorridos en kayak y caminatas por el interior de la isla, que empieza a ser conocida entre los viajeros mejor informados. Un lugar donde alojarse es Villa Vilina, un antiguo monasterio franciscano.Pallenteria, ItaliaEs necesario dar un salto de seis horas en ferry desde Sicilia o tomar un vuelo de la compañía Alitaliadesde Palermopara llegar a esta isla. Lo cierto es que los baños de barro termal y manantiales de Bagno dell''Acqua en esta isla volcánica desde donde se divisa Túnez empiezan a llamar a un viajero exquisito, atraído por la presencia de famosos como Julia Roberts, Gérard Depardieu o Giorgio Armani. El buceo es impresionante, ya que todo el fondo está repleto de pecios y ánforas. Para dormir, nada como el elegante Pallenteria Dream.Folegandros, GreciaAl oeste de Amorgos, en uno de los extremos de las Cícladas, esta isla es lo suficientemente grande para contar con un par de hoteles potentes –uno de ellos, el recomendable Odysseus–, desde donde organizar visitas a sus cuevas arenosas y sus espectaculares acantilados. Su capital, Chora, rodeada de hibiscos y buganvillas, es una típica ciudad isleña y muy tranquila: sin coches, sin bancos, sin bares, con una sola calle... Toda una experiencia, mientras dure.