Los Parques Nacionales en los que te querrás perder

Nuestro país es un territorio privilegiado en Parques Nacionales, no en vano fue uno de los primeros en impulsar la conservación de espacios únicos en toda Europa. La iniciativa, que acaba de cumplir un siglo, fue una idea importada por el alpinista, escritor y periodista Pedro José Pidal y Bernaldo de Quirós. El deportista y literato asturiano se inspiró en Estados Unidos, de donde trajo la idea de crear Parques Nacionales en nuestro territorio. Así que, gracias a este adelantado naturista, la Montaña de Covadonga en Picos de Europa, fue declarada el primer Parque Nacional en España, y de ahí surgieron los siguientes. Como homenaje a este amante de la biosfera, Pidal fue enterrado, por deseo suyo, en el Mirador de Ordiales, en los Picos de Europa, a donde fue trasladado por montañeros en 1 949.

Hoy poseemos 9 Parques Nacionales, magníficos espacios protegidos declarados como las mejores muestras del patrimonio natural español. El último en obtener este distintivo ha sido el Parque Nacional Sierra de Guadarrama, que en 2013 pasó a engrosar la lista de este selecto club natural. Con el objetivo de conservar su valor natural, dar al ciudadano la posibilidad de disfrutarlos, y permitir a la comunidad científica mejorar el conocimiento sobre ellos, estos ambientes permiten la evolución natural y los procesos ecológicos de la tierra. A lo largo y ancho de la península y los archipiélagos, nuestros Parque Naturales ofrecen importantes valores naturales, una flora singular, una fauna rica y diversa, y formaciones geomorfológicas exclusivas.

Recorremos los Parques Nacionales de la península disfrutando de su diversidad y de sus terrenos bien diferenciados. La riqueza y diversidad paisajística de nuestra geografía se refleja en la variedad y amenidad de cada Parque Nacional. Frondosos bosques, riscos, glaciares, valles, humedales, lagos, cascadas, lagunas y riberas, son algunos de los ecosistemas que hacen de nuestro país un tesoro natural, envidiado por toda Europa.

Pinares y marismas, dunas y alcornocales, son fascinantes espacios que se han convertido en auténticos santuarios para las aves. Estos parajes son de extraordinaria importancia como lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas. Y también, el hogar de especies únicas, algunas en peligro de extinción, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico.